Leonardo Diarte, 22, hace sonar una campana al mismo tiempo que se escuchan aplausos y gritos de alegría. El sonido de la campana es un anuncio a sus simpatizantes y mentores en Garden Pathways, un programa de educación y consejería, de sus logros: Diarte ha completado seis meses de empleo ininterrumpido.
Para muchos, tener un trabajo por seis meses parecería que es algo cotidiano. Pero para Diarte, y miles de californianos como él quienes tienen que atravesar el difícil camino después del encarcelamiento y de regreso a la vida regular dentro de la comunidad, tener un empleo constante es un gran logro y quizás el mayor obstáculo para evitar un viaje de regreso a la prisión.