Después de la prisión, jóvenes eligen un camino diferente

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01 March 2014 Alfredo Camacho, New America Media Print Email
Garden Pathways ayuda a clientes como Diarte a no solo a llenar y enviar solicitudes y resumes de trabajo, pero también con colocación de empleo a través de asociaciones con negocios locales. A través del programa, Diarte obtuvo un trabajo como aprendiz de soldador.

Leonardo Diarte, 22, hace sonar una campana al mismo tiempo que se escuchan aplausos y gritos de alegría. El sonido de la campana es un anuncio a sus simpatizantes y mentores en Garden Pathways, un programa de educación y consejería, de sus logros: Diarte ha completado seis meses de empleo ininterrumpido.

Para muchos, tener un trabajo por seis meses parecería que es  algo cotidiano. Pero para Diarte, y miles de californianos como él quienes tienen que atravesar el difícil camino después del encarcelamiento y de regreso a la vida regular dentro de la comunidad, tener un empleo constante es un gran logro y quizás el mayor obstáculo para evitar un viaje de regreso a la prisión.

“Mi plan es conservar mi trabajo y seguir adelante, tener una casa y estabilidad para mi familia”, dijo Diarte, esposo y padre de un niño.

Garden Pathways ayuda a clientes como Diarte a no solo a llenar y enviar solicitudes y resumes de trabajo, pero también con colocación de empleo a través de asociaciones con negocios locales. A través del programa, Diarte obtuvo un trabajo como aprendiz de soldador.

La sola colocación de empleo no asegura el éxito para nadie. Lo que hizo realmente una diferencia para Jacob Beltran, cliente de Garden Pathways, fue como su maestra, la señorita Rodriguez, lo trató.

“La forma en que la señorita Rodriguez se conecta con los estudiantes fue diferente de lo que he visto”, mencionó Beltran, un joven de 19 años quien conoció a la señorita Rodriguez en el Centro de Detención Lerdo. “Siempre tenía una sonrisa en su rostro, como si ella deseaba estar ahí y deseaba que nosotros estuviéramos en clase. Ella estaba muy involucrada, apasionada, y quería que creciéramos y nos sanáramos desde adentro”.

Establecer un nivel de confianza con las personas en transición fuera del sistema penal es lo que distingue a Garden Pathways de otros proveedores. Juan Avila, director de operaciones de la organización, se dio cuenta que la construcción de las relaciones inicia durante el encarcelamiento, no después.

“Realmente insistimos en iniciar nuestras relaciones con los presos mientras están encarcelados, ya que muchos quizás confiaban en otras organizaciones y les han fallado, o confiado en algún miembro familiar y se ha roto esa confianza”, explicó Avila.

Beltran, quien fue arrestado por vender drogas. Cuando conoció a la señorita Rodriguez, mientras estaba en la cárcel, empezó a crear su nueva vida, lejos de usar o vender drogas.

“Hace cinco meses estaba huyendo, tenía una orden de arresto, pero quería darle un giro a mi vida. Así que me paré en el jardín delantero de la casa de mi padre sabiendo que sería arrestado porque necesitaba tener un record limpio antes de cambiar mi vida”, dijo Beltran.

La vida de Beltran ha cambiado tanto que incluso sus amigos han empezado a admirarlo y quieren hacer la misma transformación.

“Estoy en una situación en la que todos mis amigos me admiran. Me dicen, ‘Quiero ser como tú’”, menciona Beltran, quien no ha tomado drogas por noventa días.

Para Diarte, ahora graduado de Garden Pathways como aprendiz de soldador, el programa no ha terminado aún. Su consejero continuará reuniéndose con él por al menos una hora al mes. A fin de lograr una metamorfosis, menciona, uno tiene que tener la urgencia por aprender y aprovechar de las nuevas oportunidades para crecer.

“Toma esa primera oportunidad que se te presenta. No regreses a donde empezaste, ya que es donde te quedarás”, dijo Diarte. “Toma esa oportunidad”.