
Mientras que en los medios de comunicación nacionales se debate si las mujeres pueden tenerlo todo, éxito laboral y familia, poco se conoce del dilema de otras.
Ellas son las inmigrantes sin documentos que trabajan como niñeras en los Estados Unidos y que a cambio de un trabajo han pagado una cuota emocional elevada: vivir físicamente alejadas de sus hijos.