La niña se desliza con gracia de la escalera eléctrica en la estación BART con su largo bastón blanco. Ya abajo se ríe y dice “Es muy gracioso” mientras la gente la mira con asombro. Para todos los presentes en la estación esa noche que creían que las personas invidentes son dependientes e indefensas, sus actitudes cambiaron al ver como esta pequeña niña se movía tan fluida e independientemente.
La primogénita de Graciela Tiscareno-Sato nació después de 25 semanas