La Cámara de Representantes aprobó la ‘Ley de Sueños y Promesas’ (H.R. 6), que podría otorgar la ciudadanía a 2.5 millones de jóvenes indocumentados, o aquellos con estatus de inmigración temporal.
La Casa Blanca ha indicado que vetaría el proyecto de ley incluso si el Senado controlado por los republicanos también lo aprueba. Las encuestas han indicado que más del 70 por ciento de los estadounidenses apoyan la legislación para proteger a los soñadores.