México enfrenta nuevos desafíos cuando millones de migrantes mexicanos regresan de los Estados Unidos y los centroamericanos buscan asilo y un paso seguro a través del país. Históricamente, México ha sido un país predominantemente de envío de inmigrantes. La inestabilidad política y la violencia en Centroamérica, la aplicación de la ley de inmigración en los Estados Unidos y el aumento del desarrollo en México han hecho de México un país de destino, retorno y tránsito. Cada uno de estos roles exige una respuesta política única, humana y completa.