Después de meses de espera, la semana pasada frente a una audiencia nacional de millones de televidentes, el presidente Barack Obama y el gobernador Mitt Romney compartieron escenario en el primer debate presidencial y quedó muy claro desde el principio que ambos candidatos a la presidencia tienen filosofías muy distintas sobre cómo encaminar a Estados Unidos por la senda correcta.
Estas diferencias se pudieron notar en varias ocasiones durante el debate. En particular, cómo mejorarían el estado de esta economía