La ciudad de Oakland siempre se ha enorgullecido de su comunidad diversa, su ambiente artístico, sus hermosos paisajes, sus tiendas de propiedad local, su galardonada cocina multicultural y su orgullo cívico. Pero ese orgullo está siendo desafiado ya que, tres años después de la pandemia que cambió la vida, un inquietante aumento de la delincuencia continúa plagando la vibrante ciudad del Este de la Bahía.