Mantente en forma durante estas fiestas
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- 07 December 2012 elena Print Email
En épocas de fiestas, quienes son madres sí saben lo que es ser una mujer orquesta. Con el ajetreo de las compras, los invitados, los preparativos y los niños, el tiempo para hacer una dieta específica o seguir un plan de ejercicios muchas veces es igual a cero. Pero con unos pequeños cambios de hábitos podrías reducir calorías, quemar grasas y llegar en mejor forma a las fiestas. Apunta estos consejos.
Entendiendo como funciona tu metabolismo. Es importante que sepas cómo funciona tu metabolismo. La Academia Americana de Nutrición y Dietética lo define como "el proceso en el cual nuestro cuerpo convierte lo que comemos en la energía que necesitamos para sobrevivir y funcionar". Un metabolismo rápido quema combustible (calorías) rápidamente; uno lento, necesita menos de este combustible para funcionar.
Acelerar el metabolismo para quemar más calorías. Si bien un metabolismo lento o rápido es una cuestión genética, podemos acelerarlo incrementando nuestra masa muscular. Así, un cuerpo musculoso necesita consumir más calorías para funcionar. Con esto en mente, veamos estas estrategias para acelerarlo, aun si no tienes tiempo de hacer una dieta específica o de ir al gimnasio.
Alimentos quema-grasa. Ciertos alimentos podrían ayudarte en tu tarea de quemar grasas, por ejemplo, los granos integrales, pues el cuerpo necesita más energía para digerirlos, especialmente los que son ricos en fibra, como la avena o el arroz marrón.
Consume proteínas o carnes magras. Durante la digestión, las proteínas te ayudan a quemar aproximadamente el 30% de las calorías que contiene el alimento que estás consumiendo. Así, una pechuga de pollo de 300 calorías requerirá 90 para ser digerida.
Incorpora productos lácteos bajos en grasa. Son ricos en calcio y vitamina D, que te ayudan a preservar y construir masa muscular, esenciales para mantener un metabolismo robusto. Cuando estás a la carrera, un yogur griego o un vaso de leche libres de grasa son una excelente idea para mantener tu metabolismo en funcionamiento.
Té verde ¿milagroso? Expertos aseguran que tomando cuatro tazas de té verde al día, podrías bajar seis libras en ocho semanas, y cita al American Journal of Clinical Nutrition. Un compuesto llamado EGCG presente en el té te ayudaría a acelerar temporalmente el metabolismo después de beberlo. Tener una jarra de té helado en la nevera o llevar un termo a la oficina es una forma fácil de incrementar tu ingesta diaria.
Chiles anti calorías. El compuesto llamado capsaicina presente en los chiles podría hacer que quemes unas calorías adicionales. Puedes incorporarlos en tu dieta comiéndolos crudos, cocinados, disecados o en polvo.
Una dieta balanceada. Sin embargo, la Academia Americana de Nutrición y Dietética asegura que no existen alimentos mágicos, si bien algunos te ayudan a acelerar el metabolismo temporalmente, como el té verde o los chiles. "El camino hacia una pérdida de peso saludable es a través del control de las porciones, y de una dieta balanceada rica en nutrientes".
No cortes calorías dramáticamente. Para perder peso debes crear un déficit de energía, ingiriendo menos calorías que las que tu cuerpo gasta cada día; pero es contraproducente cortarlas drásticamente. El cuerpo está programado para la supervivencia, y cuando éste piensa que vas a pasar hambre y que debes hacer más con menos, se adapta y usa las mismas calorías para realizar las mismas tareas.
Hábitos anti-calorías. La misma institución te sugiere pequeños cambios de hábitos para perder calorías sin someterte a una dieta específica. Posiblemente ya los conocías, pero nunca está de más refrescarlos.
Adiós, grasas, ¡adiós! Agrega leche sin grasa al café. Quítale toda la grasa a las carnes antes de cocinarlas, también quítale la piel al pollo. Opta por helados reducidos en calorías y reemplaza los chips con salsas por vegetales crudos con aderezos libres de grasas.
Saborea tus comidas. Comer más lento te ayuda a consumir sólo lo que tu cuerpo necesita. Por el contrario, hacerlo rápidamente, en menos de 20 o 30 minutos, te hará comer de más y sentirte mal después. Deja un poco de comida en el plato, aunque sea un par de bocados, para que te enfoques más en tu saciedad que en comer porque la comida está allí.
Vigila el tamaño de tu plato. Comer en recipientes más pequeños te ayudará a reducir las porciones. Tendemos a llenar el plato o el tazón de comida, que por lo general comemos en su totalidad. El cerebro, interpreta que comemos más cuando la misma cantidad de comida viene en un plato pequeño. A su vez, no comas directamente de la bolsa o la caja, pues tiendes a terminar todo el contenido.
Escoge tu vaso o copa. Cuando los vasos son cortos y anchos los llenamos con más líquido y bebemos más, lo cual está muy bien si se trata de agua. Para otras bebidas, utiliza vasos estilizados. Recuerda siempre que las sodas, jugos, tragos energéticos o cafés especiales agregan las mismas calorías que una comida sólida. Reemplázalas por agua cada vez que puedas.