La pandemia de COVID-19 ha sido desproporcionadamente difícil para la comunidad latina de California. Ya sea por la pérdida de empleos, el cierre de pequeños negocios de latinos o por las complicaciones de la enfermedad misma, nuestra comunidad ha sido golpeada duramente este año. Un informe del California Budget and Policy Center (Centro de Presupuesto y Política de California) muestra que las tasas de desempleo para los latinos y otros californianos de color continúan excediendo las tasas de desempleo de los residentes blancos, y la tasa de desempleo de los latinos se ha disparado más allá del 20%.
Opinion
Los votantes de California pronto decidirán si aumentan los impuestos a la propiedad sobre las propiedades comerciales e industriales. Los defensores dicen que la Propuesta 15 conocida en inglés como “Split Roll Tax” generaría ingresos necesarios para la policía, las escuelas y los gobiernos locales. En verdad, dañaría a las personas más vulnerables de California.
Si bien la pandemia de Covid-19 ha sido en muchos aspectos un desastre absoluto para la educación superior estadounidense, ha habido un pequeño resquicio de esperanza: cuando el desempleo aumenta durante los tiempos de recesión, generalmente eso aumenta la matrícula universitaria. Los trabajadores recientemente desempleados razonan que deberían usar el tiempo de inactividad para mejorar sus credenciales académicas, haciéndose más comercializables en el futuro.
En marzo, los californianos necesitaban un estado de emergencia en COVID-19 porque el virus no era familiar y nuestro sistema de salud no estaba preparado. California ya está preparada. Es hora de poner fin a la emergencia, devolver las decisiones a las personas y aportar más perspectivas, más preguntas y más supervisión.