En la película cómica Dave de 1993, llaman a un imitador del presidente procedente de una pequeña ciudad para que se haga pasar por el verdadero presidente de Estados Unidos cuando el comandante en jefe cae enfermo.
Dave entra en la Casa Blanca, lleva demasiado lejos su papel y con candor e inocencia promete a Estados Unidos: “Estoy lanzando un programa que logre encontrar un trabajo decente para todo americano que quiera uno”. Ayer en Holland, Míchigan, el presidente Barack Obama hizo una promesa extrañamente similar: