Segundo debate presidencial: Ud. decide

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17 October 2012 Israel Ortega Print Email
Este debate presidencial ofreció muy pocos detalles sobre lo que el presidente haría de forma distinta si fuese reelegido. El presidente simplemente critica los planes del rival republicano y eso no basta. Solo prometió cuatro años más de lo mismo.

En el muy anticipado segundo debate presidencial, el presidente Barack Obama cumplió con la hazaña de demostrar más entusiasmo y preparación esta vez comparado con su pésimo primer debate junto al gobernador Mitt Romney. Pero, pese a toda su energía en este segundo debate, el presidente continuó dándose contra su propio récord cuando le preguntaban qué podría esperar el electorado si se le concediera un segundo mandato.

Y para una campaña presidencial obligada a inspirar por cuatro años más, simplemente criticar los planes del rival republicano no basta. Este debate presidencial ofreció muy pocos detalles sobre lo que el presidente haría de forma distinta si fuese reelegido. Prometió cuatro años más de lo mismo.

Afortunadamente para el electorado, este segundo debate tomó en cuenta la economía, el desempleo y el déficit.

Claro que ambos candidatos querían apelar a ciertos grupos demográficos como hizo el gobernador Romney cuando empezó el debate elogiando las becas Pell, a pesar que la experta de Heritage Lindsey Burke ha escrito que esto ayudará muy poco a reducir el precio de la matrícula.

En este debate tuvimos la primera mención a Latinoamérica cuando el gobernador Romney habló sobre la importancia de incrementar el comercio con esta importante región – algo que hará que nuestras economías crezcan. Curiosamente, el presidente Obama no mencionó Latinoamérica cuando tuvo la oportunidad de responder al gobernador Romney. Muy interesante ya que, como dijo nuestro experto Bryan Riley, el comercio crea empleos. Y se habló del escándalo de Libia, aunque ese tema se tocará más en profundidad en el tercer y último debate el próximo lunes 22.

Interesante también en el debate fue que se tocó el tema de la inmigración. Ambos candidatos parecieron estar de acuerdo en que Estados Unidos es un país de inmigrantes pero también que se rige por el Estado de Derecho. Esta pública aceptación de ideas fue particularmente rara dado que los medios de comunicación y los progres suelen pintar a cualquiera que se oponga a la inmigración ilegal como contrario a todo tipo de inmigración. El debate demostró que la diferencia entre ambos candidatos en este tema no es tan grande como algunos se empeñan en describir.

A tres semanas de las elecciones, ambas campañas presidenciales tratarán de aprovechar su actuación en este debate para animar a sus votantes y simpatizantes, pero sobre todo a los codiciados votantes independientes que finalmente serán los que decidan el resultado de las elecciones. Ojalá que en las tres semanas que restan, logremos saber más sobre lo que piensan los candidatos de asuntos como la reforma de la asistencia social o cómo reducir la carga de la deuda que pesa sobre todos los americanos y que incluye a 50.5 millones de hispanos.

Los medios hablarán toda la semana sobre este debate, las campañas dirán que su candidato fue el mejor, pero aquí, usted es quien decide si Obama o Romney llevará las riendas de la gran nación estadounidense los próximos cuatro años. Son dos filosofías distintas de gobernabilidad: usted decide.