A pesar de los recientes casos notorios de violencia en nuestras calles, incluyendo el asesinato de cuatro oficiales de la policía de Oakland en marzo, el crimen en Oakland ha bajado significativamente este año.
La tasa de homicidios ha bajado cerca de un 20 por ciento, de acuerdo con las estadísticas diarias del Departamento de Policía de Oakland. Los asaltos con armas de fuego han disminuido en casi un tercio.
Esta es una gran noticia para una ciudad en la que sus habitantes normalmente citan al crimen como la razón número uno por la que se van, y en donde la percepción de una alta tasa criminal mantiene a la gente y las empresas lejos de venir aquí en primer lugar.
El crédito es para nuestro departamento de policía, para los oficiales que patrullan arriesgando su vida por nosotros, así como para los investigadores y comandantes que están utilizando tácticas más inteligentes y efectivas para combatir el crimen durante los tiempos difíciles.
Y aunque sea o no sea lo más popular para decir, otra persona que merece algo de crédito es el Alcalde Ron Dellums. En los momentos críticos, el Alcalde Dellums tomó una postura para reformar la policía de Oakland y para proveer de personal el departamento de policía en su totalidad, y ahora parece que esas decisiones han ayudado a la misión del departamento de combatir al crimen.
En su discurso del Estado de la Ciudad 2008, Dellums prometió que el departamento de policía tendría un contingente completo de oficiales en un año. En ese momento, muchos pensaron que esa era una meta imposible. La ciudad había estado fallando durante años al reclutar y entrenar suficientes oficiales para proveer el departamento con personal.
Sin embargo, la administración de Dellums aumentó el número de academias policíacas y lanzó una campaña de reclutamiento sin precedentes con el propósito de ser difundida entre personal militar y anuncios espectaculares en Nueva York. Diez meses después, Oakland obtuvo la fuerza policíaca más grande en su historia, 837 oficiales, 34 más de los que el alcalde había prometido.
También fue importante el apoyo que el alcalde dio al nuevo modelo policiaco propuesto por el ex jefe reformista de la policía de Oakland y continuado por nuestro jefe actual.
Bajo este modelo, la ciudad está dividida en tres áreas geográficas, con un comandante a cargo de cada área. Los oficiales trabajan turnos de 12 horas de manera que hay más policías en las calles durante las horas más propensas a que se cometan delitos. Fue un plan controversial; el políticamente poderoso ex titular del sindicato de oficiales de policía se opuso amargamente al plan tanto públicamente como a puertas cerradas. No obstante, el Alcalde Dellums se sostuvo fuerte ante el derecho del jefe de la policía con respecto a administrar el departamento. Ahora, dichas reformas parecen estar funcionando.
Para ser justos, es imposible conocer todos los factores que influyen en la tasa delincuencial de Oakland. Las ciudades desde Pittsburg hasta Anchorage están observando caídas en la tasa criminal a pesar de la crisis económica y las tasas históricas de desempleo. Oakland puede ser parte de esta tendencia. El Departamento de Policía de Oakland también da crédito a los habitantes de Oakland por estar trabajando valientemente con la policía y participando como testigos.
Sin embargo, es innegable que el hecho de tener más oficiales en las calles cuando los crímenes suceden, y tener más investigadores resolviendo crímenes violentos y encerrando delincuentes, afecta a los delitos graves en nuestra ciudad.
Todavía queda por verse si podemos mantener el momento. En cuanto a la semana pasada, hemos llegado a cerca de 803 oficiales, el número mínimo prometido por la Medida Y del paquete fiscal. Oakland pierde cerca de cinco oficiales cada mes debido a recortes regulares y todavía no se han programado academias de policía.
Independientemente de que la disminución de delitos graves continúe, cualesquiera que sean las causas, los resultados finales se ven cuando se han destrozado menos familias a causa de un homicidio, se han disparado menos balas contra seres humanos y menos hogares han sido robados en nuestra comunidad en lo que va de este año.
La realidad es que el alcalde a quien raramente se le da crédito por algo tomó una decisión cuando era necesario, y está haciendo una gran diferencia en el área que resulta más importante para muchos de nosotros en Oakland.
John Russo es el procurador de justicia municipal electo de Oakland.