Eso que Ud. oye es el silencio, pues millones de propietarios de pequeñas negocios y empresarios se quedaron fríos este fin de semana después de oír al presidente Obama.
La bofetada a los estadounidenses que trabajan duro reveló lo que cree el presidente Obama: Ud. le debe a todos los demás (sobre todo a unos ciudadanos tremendamente subsidiados) la creación de esa empresa de la que Ud. está obteniendo beneficios:
Alguien ayudó a crear este increíble sistema americano que tenemos que le ha permitido prosperar. Alguien invirtió en carreteras y puentes. Si Ud. tiene una empresa, Ud. no la forjó solo. Alguien más hizo que eso sucediera.
Obama impulsó sus objetivos reguladores en infraestructuras (es decir, el paquete de estímulo) e “investigación pagada por el gobierno” como parte de la utopía colectivista de “hacer las cosas juntos”. Es simplemente sorprendente que dijera a los estadounidenses, “Si Ud. tiene una empresa, no la forjó Ud. solo”.
Después de todo, ¿podrían las personas tener los recursos y trabajar lo suficientemente duro como para crear empresas totalmente nuevas? Al respecto, Obama comentó:
Mire, si Ud. ha tenido éxito, no lo alcanzó Ud. solo. No lo alcanzó Ud. solo. Siempre me choca la gente que piensa que, bueno, debe de haber sido porque simplemente fui tan inteligente.
Es esta visión acerca de la empresa de éxito (básicamente, “Ud. nos lo debe”) lo que impulsa los continuos ataques de Obama a los creadores de empleo del país en forma de subidas de impuestos y regulaciones.
En estos momentos, es muy difícil ser propietario de una empresa y empresario en Estados Unidos. Los estudios muestran que los propietarios de pequeñas empresas se las están viendo negras y no están expandiendo ni contratando debido a la incertidumbre fiscal y reguladora del país. Las agencias federales, desde Salud y Servicios Humanos hasta la Agencia de Protección Ambiental, los están estrangulando a punta de regulaciones. Y justo la semana pasada, el presidente Obama anunció su más reciente plan económico con una subida de impuestos que afectará de lleno a los creadores de empleo.
El plan del presidente para subir los impuestos a quienes ganan por encima de $200,000 ($250,000 para los contribuyentes conjuntos) afectaría a 1.2 millones de empleadores en pequeños negocios que tributan a través del impuesto sobre ingresos personales, conocidas como entidades fiscalmente transparentes (FTE). Estas empresas, que están creando empleos, obtienen casi la totalidad (el 91%) de los ingresos obtenidos por empresas fiscalmente transparentes con empleados.
La nueva subida de impuestos podría ser equivalente a un empleado por cada pequeño negocio. Según los cálculos del Centro para Análisis de Datos de la Fundación Heritage, el americano promedio con ingresos de $250,000 o más puede esperar una subida promedio de impuestos de $24,888 para el próximo año con las normativas propuestas por Obama. Esa cifra de $24,888 a menudo es suficiente para cubrir un salario. Así que el presidente podría estar poniendo en riesgo alrededor de 1.2 millones de empleos (quizás incluso más) con esta subida de impuestos.
Afectar fiscalmente a los creadores de empleo privado a la vez que aboga por más gasto público en estímulos y empleos. Ese es el plan económico del presidente.
Si Estados Unidos ha de ver una recuperación económica, habrá que motivar a la clase empresarial. Frenar la mayor subida de impuestos de la historia americana, el “Armagedón Fiscal”, sería un buen punto de partida. Se trata de una subida de impuestos de $494,000 millones que está prevista que nos golpee el 1 de enero, cuando expira un buen número de normativas fiscales y comienza apenas un puñado de los nuevos impuestos de Obamacare. Las empresas ya están dudando sobre las decisiones de contratación debido a los inminentes efectos de estos impuestos.
Sin embargo, los líderes demócratas están pidiendo subidas de impuestos y amenazando con permitir el “Armagedón Fiscal” por interés político, a pesar de las advertencias de que eso mandaría a Estados Unidos de vuelta a la recesión.
Para la recuperación real hará falta incluso algo más que ahorrarles a los creadores de empleo el castigo de mayores impuestos y regulaciones. La recuperación real requiere de líderes que aprecien y valoren las largas horas que invierten los forjadores de empresas de Estados Unidos y los sacrificios personales que hacen por hacer sus sueños realidad. Hará falta líderes que digan, “Si Ud., tiene una empresa, es porque Ud. la forjó. Y queremos más de eso en Estados Unidos”.