Por John Russo, Procurador de Justicia de Oakland
En California algo tan pequeño como el podar un árbol o hacer una nueva fachada en un edificio comercial puede provocar que se haga un reporte de acuerdo a la Enmienda de la Calidad Medioambiental (Environmental Quality Act).
Pero los oficiales estatales están listos para mandar a una flotilla de aviones para rociar a Oakland y al Area de la Bahía con pesticidas - y lo quieren hacer antes de completar el reporte de Calidad Medioambiental de California. Esto no es solo ridículo, es un riesgo innecesario para la salud pública.
A pesar de la creciente oposición de diferentes ciudades, de los legisladores y de la población, el estado parece estar determinado a fumigar con el nuevo insecticida llamado “CheckMate” para deshacerce de las polillas café claro conocida en inglés como “apple moth,” una especie que los granjeros consideran como amenaza para sus plantíos.
El estado está dispuesto a hacer un reporte ecológico del impacto ambiental pero solo después de que los aviones hayan rociado toneladas de pesticidas en nuestras casas, escuelas, negocios y alrededores.
CheckMate, una feromona sintética diseñada para confundir a las polillas en su ciclo de apariamiento, ya ha sido rociada en los condados de Monterey y Santa Cruz. Poco después cientos de personas reportaron problemas respiratorios y otras afecciones de salud. Oficiales estatales señalan que CheckMate es completamente seguro para los humanos y que las quejas de salud son probablemente una coincidencia. Ellos alegan que no hay evidencia de que el rocío fue la causa de que las personas comenzaran a enfermarse.
Pero sin una apropiada revision ambiental, no se puede asegurar que CheckMate no fue el causante. Como se muestra en la resolución del Concilio de Oakland en contra del plan estatal, rociar pesticida han causado en muchas ocasiones efectos serios, impredecibles y sin intención en la salud de los humanos .
Check Mate pertenece a un magnate adinerado en la agroindustria, quien ha contribuido con cientos de miles de dólares para las campañas de los oficiales estatales. Pero eso es probablemente otra coincidencia. Muchos californianos recuerdan aún claramente cuando helicópteros rociaron el pesticida “Malathion” para deshacerse de la mosca de fruta meditérranea en años anteriores.
Desafortunadamente ese fiasco dañó la credibilidad del estado en el tema de los pesticidas y la salud pública. No es suficiente que los oficiales estatales digan, “confíen en nosotros, es seguro,” cuando estamos hablando de rociar cantidades masivas de químicos en nuestro aire, agua y comida.
Oakland y otras ciudades del Area de la Bahía están trabajando en una agresiva estrategia legal para posponer el rocío aereo hasta que no se haga un estudio real sobre el impacto ambiental. Las preocupaciones de la industria de la agricultura en nuestro estado son reales y se deben de considerar seriamente. No se trata de oponerse a cualquier uso de pesticida. Se trata de las espectativas que se tienen del estado y sus responsabilidades: proteger la salud pública, manejar abiertamente y con transparencia los negocios públicos y actuar prudentemente y en balance con los intereses de los diferentes sectores de la población.
Nosotros merecemos mas que sólo propaganda trillada y panfletos coloridos. Sin una revision ambiental, el Gobernador Schwarzenegger y el Secretario de Agricultura Kawamura deberían poner a CheckMate de regreso a sus cajas. Cuando ellos lo hagan esperemos que lean la etiqueta de precaución: “Manténgase fuera del alcance de los niños. Evite el contacto con la piel, ojos, o ropa. Potencialmente dañino si es tragado o inhalado.”
