Conocimiento es poder y la información falsa es enemiga del conocimiento verdadero. Lo que se necesita es información que empodere a las personas a fin de darle sentido a las vagas referencias del papel del sistema inmunológico en la pandemia de COVID. En cuanto al entendimiento del público de una infección por COVID, el aspecto personal más significativo es el miedo a que el virus provoque la muerte. Lo que plantea la pregunta: "¿Es el virus COVID realmente mortal?" La respuesta es "No y Sí".
Mortalidad por COVID: el lado del “NO”: en marzo, la Organización Mundial de la Salud (WHO, por sus siglas en inglés) estimo que la tasa de mortalidad del virus COVID mataría a millones de personas solo en los EE. UU. Según la Organización Mundial de la Salud, la tasa de mortalidad por una infección por COVID-19 es aproximadamente del tres al cuatro por ciento de los infectados con el virus. Un número que sugiere que millones de pacientes morirán a causa del COVID-19.
Las tasas de mortalidad se definen dividiendo el número de muertes por el número total de pacientes infectados. La tasa de mortalidad de WHO se basó solo en los pacientes de COVID que visitaron a un médico o se registraron en un hospital. Sin embargo, los síntomas experimentados por la gran mayoría de las personas infectadas por COVID no requirieron atención médica, por lo que una gran población no fue incluida en los cálculos de WHO.
Las pruebas públicas generalizadas revelaron que una gran cantidad de personas estaban infectadas, pero no tenían síntomas lo suficientemente graves como para ver a un médico o registrarse en un hospital. Cuando estas personas se incluyeron en los datos, la tasa de mortalidad recientemente ajustada a septiembre es solo del 0.6%. Los datos actuales revelan que COVID-19 no es mucho mayor que la tasa de muerte del 0.1% para la temporada anual de influenza.
Mortalidad por COVID: el lado del "SÍ": Las cifras extremadamente altas de mortalidad por COVID-19 en EE. UU. son reales. Pero la pregunta pertinente es: "¿Se atribuyen directamente las muertes por pandemia a la letalidad del virus COVID?" La respuesta simplemente es no." El gobierno de los EE. UU. declaró que los certificados de defunción deben hacer referencia a la causa principal de muerte como COVID-19 si una prueba revela que el paciente había sido infectado en el momento de la muerte o si el médico "creía" que el paciente había sido infectado (es decir, no se tomó la prueba). Por lo tanto, un paciente con cáncer terminal, un paciente de ataque cardíaco, una víctima de accidente automovilístico o un paciente con otras “comorbilidades” potencialmente mortales, por ley, se contabilizaría como una muerte por COVID, con o sin prueba de una infección por COVID. La Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD, por sus siglas en ingles), la cual es una lista de clasificación médica de la Organización Mundial de la Salud (WHO) informó: "COVID-19 debe informarse en el certificado de defunción de todos los fallecidos en los que la enfermedad causó o se supone que causó o contribuyó a la muerte (División de Estadísticas Vitales Nacionales de los CDC, Informe N° 3, abril de 2020).
Claramente, el virus COVID complicaría la salud de un paciente con una comorbilidad preexistente, pero el virus en sí no sería necesariamente la causa de muerte. Con eso en mente, es importante tener en cuenta que el cuarenta por ciento de los estadounidenses tienen dos o más enfermedades crónicas que afectarían la función de su sistema inmunológico. Para ellos, una infección por COVID podría anular fácilmente sus funciones inmunes ya estresadas. Aquellos con salud comprometida deben tomar todas las precauciones posibles para evitar una infección por COVID, incluido el uso de cubre-bocas y, lo mejor posible, ponerse en cuarentena del público en general.
No podemos eliminar fácilmente el virus COVID de nuestro mundo. Para hacer frente al problema de la pandemia, hemos centrado nuestra atención en aumentar la asistencia sanitaria disponible. Este es verdaderamente un enfoque indirecto del problema. Más directamente, lo que podemos y debemos hacer es hacer un gran esfuerzo para mejorar la salud de la población humana: consumiendo mejores alimentos orgánicos y naturales, más nutritivos; uso diario de suplementos y vitaminas; más tiempo al aire libre y ejercicio; y lo más importante, evitar el estrés.
Debemos comenzar a reconocer que somos personalmente responsables de mantener un sistema inmunológico saludable. Como revelan los datos ahora, la mayoría de las personas infectadas con COVID que han tenido un sistema inmunológico saludable pueden resistir fácilmente una infección por COVID-19... y en el proceso, crear una respuesta inmunológica saludable que incluye una "memoria inmunológica" que los protegerá de cualquier futura infección de COVID-19.
El Dr. Bruce Lipton es un biólogo celular y ex profesor de la escuela de medicina enfocado en la investigación de la genética, la sanación y la naturaleza de las enfermedades. Es autor de varios libros, incluido The Biology of Belief.