En estos tiempos cuando muchos están declarando el fin del capitalismo, el comercio y el libre mercado por toda Latinoamérica, sucede que la República de Chile parece estar marchando hacia otro camino. Dicha marcha está dejando como fruto un impresionante crecimiento económico por todo Chile -convirtiéndose en la envidia de muchos países vecinos que continúan sufriendo la pobreza. ¿Cuál será el secreto?
En un reciente estudio titulado “Índice de Libertad Económica,” co-publicado por mis colegas en la Fundación Heritage (centro de estudio y análisis de los EE.UU.) y el periódico estadounidense The Wall Street Journal, los autores estudian el enlace entre la libertad económica y la prosperidad. Según el estudio, Chile goza de una de las economías más libres del planeta. Por supuesto, la pregunta procede: ¿qué podrá hacer la libertad económica para un pueblo? No obstante, ¿podrán otros países emular el modelo chileno?
Por dieciséis años, el Índice de Libertad Económica ha estado midiendo la libertad económica de más de 180 países. Expertos y economistas meticulosamente estudiaron varios factores para llegar a sus conclusiones al medir, entre otras cosas, el tamaño del gobierno, esquema regulatorio, leyes laborales y sistema judicial.
En términos más sencillos, la libertad económica se refiere a la habilidad del individuo en decidir por sí mismo cómo laborará y disponer del fruto de su trabajo. En una economía libre, el individuo puede elegir entre trabajar, producir y consumir su capital sin temor a un gobierno intruso.
Según los autores del Índice, la libertad económica es la llave para abrir todo el potencial del pueblo. Adicionalmente, los autores declaran que la libertad económica resulta en una mejor calidad de vida para la gente. Como prueba, economías categorizadas como “libres” o “casi libres” disfrutan de un promedio de salario casi diez veces mayor que aquellas economías “reprimidas”. Como si fuera poco, los autores observaron que prósperos países tienen menos niveles de analfabetismo y sus ciudadanos tienen más acceso a medios educativos y a mejor atención médica.
La relación entre la libertad económica y la prosperidad es particularmente relevante en Latinoamérica, donde se está desatando una batalla ideológica. En varios países, gobiernos totalitarios están reemplazando a la democracia. “El socialismo del siglo 21″ está reemplazando al libre mercado. La libertad de expresión y una prensa libre están siendo reprimidas por “demorar” el progreso del Estado.
Lamentablemente, muchos siguen creyendo en la retórica de autócratas carismáticos que le prometen al pueblo el mundo entero. Pero lo único que ha cambiado de esta nueva forma de socialismo es el nombre, porque el resultado sigue siendo el mismo: la gente continúa sufriendo del alto desempleo y una incertidumbre inaceptable. Los únicos que tienen un camino asegurado son los gobernantes de estos pueblos, mientras el resto del pueblo padece de hambre.
Chile, por su parte, ha elegido ir hacia otro camino. El resultado coloca al país en la décima posición de nuestro índice y líder en la región latinoamericana. Gracias a su acercamiento hacia el libre comercio, la economía chilena está creciendo de una manera muy impresionante. Adicionalmente, Chile disfruta de un transparente y estable sector judicial donde hay poca tolerancia hacia la corrupción.
Este ambiente ha atraído la inversión extranjera, creciendo varios sectores de su diversa economía. El reciente nombramiento a formar parte de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico confirma lo exitoso que ha sido este acercamiento político hacia el libre mercado y el liberalismo.
Contemplando su futuro, el pueblo latinoamericano debería cuestionar la validez de la retórica socialista que le promete una igualdad económica. Los libros de historia nos cuentan de otros experimentos socialistas en Latinoamérica, y en otros rincones del mundo, donde la gente entregó sus libertades sólo para ser decepcionada.
Latinoamérica tiene que resistir el llamado socialista y favorecer la libertad. La libertad es una cosa hermosa, y como los expertos demuestran, la libertad también es capaz de mejorar a un pueblo entero.
Israel Ortega es Senior Media Services Associate de The Heritage Foundation en Washington, D.C.