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14 March 2009 Visión Hispana Print Email

Siempre hay demanda de trabajadores bilingües. En las industrias que no han sido tan afectadas por la situación económica – como la industria de la salud – este tipo de trabajadores son especialmente requeridos.

La Iniciativa del Sector Salud (HIS por sus siglas en inglés) es conocida en el Condado de Alameda como un programa único que capacita trabajadores

calificados y bilingües para la industria local del cuidado de la salud. Esta iniciativa también beneficia a los trabajadores que buscan una carrera mejor remunerada – en promedio, el salario inicial de los graduados representa un 56 por ciento en incremento en ingresos en contraste con los salarios previos a la capacitación.

La iniciativa es una asociación entre The Unity Council, Merritt Collage y empleadores locales de la industria de la salud. La clase recientemente graduada del Programa de Capacitación en Asistencia Médica de la Iniciativa del Sector Salud se graduó con honores en su ceremonia de graduación la semana pasada en Oakland. El éxito continuo de los tres cursos separados del programa, Asistencia Médica (MA), Asistencia Dental (DA) e Interpretación Médica (MI), ha resultado en la obtención de certificados en el campo médico para casi 200 de sus graduados. Este tipo de puestos en la industria de salubridad se encuentran entre los empleos con una tasa de crecimiento muy alta en la región de Oakland debido a la presencia de cuatro hospitales principales y una cadena de clínicas comunitarias.

“Tuvimos dificultades para contratar asistentes médicos”, señala Patricia Royball, directora de recursos humanos de La Clínica de La Raza. Patricia señala que los asistentes médicos frecuentemente dejan su empleo después de un corto período en la clínica por empleos con empleadores más grandes como los hospitales. Comenta que fue un ciclo continuo muy costoso para la clínica, que hoy emplea a cinco graduados del programa de la iniciativa. “Hacen un trabajo maravilloso y éste les ofrece muchas oportunidades profesionales”, señala Patricia.

Cristal Ibáñez se graduó de la capacitación HSI en el 2006 y ahora disfruta su trabajo como asistente médico en La Clínica. Realiza muchas de las pruebas y funciones de una enfermera registrada; pruebas de la vista, EKGs, presión sanguínea, etc. “Para mi fue una bendición ya que soy madre soltera”, afirma Cristal del programa de capacitación. Comentó que el programa de seis meses fue intenso, no obstante, señala que obtuvo un gran apoyo de los capacitadores. “Esta oportunidad fue maravillosa para mí”, afirma. “Me encanta trabajar aquí. Aquí hago mucho por nuestros pacientes – esa es la mejor parte”.

Mayra Medina también trabaja como asistente médico en La Clínica y se graduó al mismo tiempo que Cristal. Se tomó varios meses libres después de graduarse de la preparatoria antes de empezar la capacitación. “Estaban ahí para nosotros”, asegura. “Realmente ayudaron con apoyo financiero y a empezar a buscar trabajo”.

Desde su inicio en el 2005, 70% de aquellos que han finalizado exitosamente los cursos del programa de capacitación se han colocado como asistentes médicos, asistentes dentales, interpretes médicos, técnicos en farmacia, proveedores de atención a domicilio, trabajadores dedicados a personas de la tercera edad y empleados médicos administrativos.

Barika Culberson de 29 años de edad administraba un negocio de cuidado infantil en su casa ganando sólo cerca de $400 al mes. Terminó el programa de la Iniciativa del Sector Salud y ahora trabaja como asistente médico en UC Berkeley ganando $18 por hora. “Es genial estar trabajando en el área para que la que te preparaste”, comenta emocionada.

“Muchas estudiantes son inmigrantes legales con barreras de lenguaje, habilidades y educación limitadas”, señala Marsha Murrington, Vice Presidenta Ejecutiva, The Unity Council. “Sumémosle a eso el hecho de ser madres solteras con problemas para cuidar a sus hijos y transportarse, frecuentemente en difíciles transiciones de vida, como el divorcio, con pequeñas promesas de oportunidad económica, y la graduación se convierte no sólo en una proeza sino también en un testamento tremendo de su compromiso de volverse autosuficientes”.

Como alguien que probó su compromiso, Cristal Ibáñez alienta a la gente que quiere una mejor oportunidad: “Inténtenlo, dense una oportunidad”, los invita. “Puede ser estresante pero en la larga carrera uno puede obtener algo de ésta”.