La Iglesia Bautista Allen Temple en el Este de Oakland es un hervidero de conversación y música alegre. En esa cálida mañana del sábado, la iglesia presentó su feria anual de salud integral.

Los estudiantes del programa de enfermería de la Universidad Samuel Merritt de Oakland visten uniformes azules, y hacen exámenes de la vista y toman la presión arterial. A un par de mesas, la directora de la oficina de diversidad de Universidad Samuel Merritt, Shirley Strong, espera hablar con estudiantes potenciales. La universidad privada tiene uno de los tres más grandes programas de enfermería en California, y se ha comprometido a reducir las disparidades de salud mediante el reclutamiento de más estudiantes de color.

"La diversidad que se está llevando a cabo en Samuel Merritt implica el reclutamiento de profesores, personal y estudiantes especialmente de color", menciona Strong. “Especialmente estudiantes afroamericanos/negros y latinos, porque ellos son los que están poco representados en nuestra comunidad".

En mayo pasado, el programa de enfermería de la Universidad Samuel Merritt graduó su segunda clase más grande de estudiantes afroamericanos y latinos – 10 afroamericanos y 28 latinos.

"Lo que nos gustaría hacer es entrenar a más [enfermeras registradas] y más administradores de casos y más profesionales de enfermería", dice Strong. "Las personas que realmente están en los puestos de toma de decisiones en los hospitales".

La mayoría de enfermeras registradas del estado son blancas o asiático-americanas. Mientras que el 39 por ciento de la población de California es de origen latino, solo el ocho por ciento de las enfermeras del estado lo son. Seis por ciento de la población del estado es de color negro, mientras que sólo el cuatro por ciento de las enfermeras lo son.

"Está claro que no tenemos suficientes enfermeras afroamericanas y latinas", dice David Hayes-Bautista, director del Centro para el Estudio de Salud y Cultura Latina en la escuela de medicina de la UCLA. Contar con enfermeras quienes representen la diversidad del estado "hará que se tenga una mejor atención de los pacientes [y] un mejor lenguaje de comunicación", dice.

Estas desigualdades fue lo que motivó a la egresada de Samuel Merritt, Shanda Williams, en convertirse en enfermera registrada.

Williams se crió en Oakland y ahora es tutora en el programa de éxito académico de Samuel Merritt, el cual está dirigido específicamente hacia estudiantes de enfermería latinos y afroamericanos. Hoy en día ella está trabajando con la estudiante nueva Leslie Hernández. Las dos se sientan en una de las aulas del sótano de Samuel Merritt para estudiar neurofarmacología.

Hernández dice que recuerda el momento en que se dio cuenta de la necesidad de más profesionales latinos y de habla hispana en el campo de la salud. Ella trabajaba en la unidad psiquiátrica de un hospital. Los médicos y las enfermeras clasificaron a un paciente particular como "no conforme" debido a que no hablaba.
Pero Hernández pudo comunicarse muy bien con el paciente – en español.

"Ella estaba hablando en español, y se sentía como si nadie pudiera entenderla", cuenta Hernández.

El paciente le dijo a Hernández que tenía pensamientos suicidas y Hernández pudo alertar al médico.

Strong dice que la mejor preparación para una carrera en el cuidado de la salud comienza en la escuela secundaria – o incluso antes. "La clave realmente está en que tienen que tomar clases de ciencias y de matemáticas en etapas tempranas, a fin de que cuando lleguen a la universidad estén preparados para tomar los diversos programas ", dice.

Los estudiantes que no han tomado esas clases preparatorias pasan mucho tiempo poniéndose al día en la universidad, y a muchos les resulta demasiado abrumador para hacerle frente.

Samuel Merritt se ha asociado con programas tales como la Academia de la Salud en la Oakland Technical High School y la Berkeley Technology Academy. El objetivo es dar a los estudiantes interesados en el campo del cuidado de la salud la preparación que necesitan.

Este artículo fue editado de la publicación original del blog Estado de Salud de KQED.