Para Alicia Villanueva Castañeda, los mejores tamales están rellenos de amor. Por muchos años, Villanueva, de 53 años, estuvo estancada en un patrón de largas horas de trabajo y poco dinero. Desde que llegó de Mazatlán, México en el 2000, trabajó en diferentes lugares, con salario bajo, que no era suficiente. El amor y el trabajo duro no eran suficientes.
Villanueva, quien ahora vive en Berkeley, siempre había hecho tamales para los amigos y su familia, así que un día decidió que esos tamales podrían hacer realidad su sueño de una mejor vida. Durante la noche, solía cocinar y hacer sus tamales y en las mañanas salía a tocar las puertas de sus vecinos para vender sus tamales. Caminó por el vecindario durante años hasta que tuvo una buena reputación con sus clientes.
“Siempre tuve el sueño de tener mi propio negocio y también de compartir la tradición de los tamales con la comunidad”, menciona Villanueva. “Quería que más gente conociera la forma correcta de hacer los tamales”.
En un momento de valentía e inspiración, decidió renunciar a su trabajo y capacitarse para hacer crecer su negocio. Estudió en Women’s Initiative en Oakland y en el 2010 inició un entrenamiento en La Cocina en San Francisco.
No tardó mucho para que su negocio floreciera. Villanueva contrató a seis personas para que la ayudaran a producir miles de tamales cada semana. También realizan entregas de comida para desayunos, almuerzos y cenas. Al menos una vez al mes hacen la entrega de comida para algún evento de 700 personas.
“Tengo retos, no es fácil”, menciona Villanueva. “Pero estoy viviendo mi sueño – ahora soy muy feliz”.
Villanueva tenía un negocio verdadero pero necesitaba dinero para seguir creciendo. Ella llegó a Opportunity Fund, la cual es la más grande organización sin fines de lucro que hace préstamos a pequeños negocios. Ella recibió un préstamo para comprar una camioneta a fin de que pudiera ponerse al día con la demanda en aumento y hacer más entregas de comida.
“Realmente me ayudó a que mi negocio creciera”, menciona Villanueva. “El amor no es suficiente, necesitas recursos para hacer crecer tu negocio”.
“Alicia es una persona extraordinaria”, dice Caitlin McShane de Opportunity Fund. “Tomó su talento y creó una nueva vida para ella y para su familia. Sus tamales son realmente espectaculares, y su impulso para hacer florecer su negocio es inflexible”.
El año pasado, Opportunity Fund otorgó 1,420 préstamos a empresarios, totalizando $26 millones. Los préstamos oscilan entre $2,600 a $100,000.
“Ha sido un verdadero placer apoyar a Alicia desde que inició su negocio con una degustación de comida hasta convertirlo en un negocio completo”, agrega McShane. “Estamos para decir ‘si’ a los sueños de la gente trabajadora como Alicia, porque sabemos que un poquito de dinero y apoyo en el momento preciso, con la gente correcta, puede hacer un cambio permanente y duradero en sus vidas”.
La experiencia y palabras de Villanueva son la prueba para alcanzar el éxito y un antídoto para las excusas.
“Si tienes un sueño y un objetivo, no lo dejes cuando encuentres retos y obstáculos – están ahí para enseñarte”, menciona. “A veces las cosas parecen imposibles pero no hay cosas imposibles. Encuentra ayuda, pregunta. A la gente le gusta ayudar.
La llave es investigar y hacer preguntas. Este país está lleno de oportunidades. Aun si no tienes dinero, lo que necesitas es inspiración, trabajo y ganas. Yo empecé mi negocio con solo un centavo, no tenía nada”.