Las fresas de California no son solo una de las frutas más saludables y populares de los Estados Unidos, también han proporcionado un camino al Sueño Americano para diversas generaciones de inmigrantes, de acuerdo a un nuevo reporte publicado por la Comisión de Fresas de California.

El reporte documenta la rica historia ilustrando el papel que la industria de la fresa provee al proporcionar oportunidades para los inmigrantes.

“Quizás más que ningún otro cultivo, las fresas están caracterizadas por décadas por inmigrantes de Europa, Asia y México”, menciona el reporte. “No solamente [los inmigrantes] trabajan en los sembradíos cosechando, sino que también se benefician de los atributos únicos de la industria de la fresa, la cual crea numerosas oportunidades para un ascenso económico y social, incluyendo el ser dueño de un campo de cultivo”.

“Nosotros reconocemos las fresas como una fruta que provee la oportunidad de mejorar nuestras vidas”, mencionó Victor Ramirez, agricultor de fresas de tercera generación y presidente de la Comisión de Fresas de California. “Los agricultores de fresas de California personifican la lucha para alcanzar el Sueño Americano al trabajar con un cultivo que les ayuda a alcanzar ese objetivo. Su éxito se muestra en su habilidad para producir el 90 por ciento de las fresas a nivel nacional”.

Un tema clave en el reporte se enfoca en cómo el cultivo ha proporcionado la oportunidad a inmigrantes remontándose al menos a los inicios de 1900s. Actualmente, se estima que el 65 por ciento de todos los agricultores del estado son descendientes méxico-estadounidenses, de acuerdo al reporte. Cerca de un 25 por ciento de estos agricultores de fresas latinos empezaron como trabajadores en los campos y fueron ascendiendo hasta convertirse en dueños de campos de cultivo.

“El cultivo de fresas representa todo para mi familia”, dice Luis Chávez, quien inmigró a los Estados Unidos de un pequeño pueblo en Jalisco, México. Chávez sabía que el camino al éxito requería trabajo duro. Después de trabajar jornadas de doble turno por dieciséis años, él y su familia ahorraron suficiente dinero para rentar un acre de tierra y cultivar fresas. Cuando aún trabajaban en sus empleos regulares, Luis y su esposa se levantaban a las 4:00 a.m. todos los días para trabajar en su acre de tierra y lentamente construir su negocio. Gradualmente, crecieron hasta llegar a tener plusvalía y ahora tienen cerca de 300 acres y emplean 300 personas.

De acuerdo al reporte, el camino a ser dueños es posible debido a diversos factores inherentes al cultivo de fresas, el cual apoya un ambiente para pequeños negocios para operar negocios exitosos. Los factores incluyen pocas barreras para entrar en la industria, la habilidad para cosechar un cultivo altamente rentable todo el año en una pequeña parcela de tierra, y una alta demanda del consumidor.

Alejandro Ramirez también encontró el coraje para iniciar un cultivo de fresas familiar. Después de trabajar en los campos de cultivo por años con su esposa, inició Alejandro Ramirez Farms.

“Este es mi orgullo”, menciona Ramirez. “Hace veinte años, no tenía nada. La fresa es mi vida. Alcancé el Sueño Americano y no puedo pedir más”.