Recibir las llaves de tu primera casa es un regalo navideño de ensueño. Nueve familias del Este de la Bahía empezaron a vivir su sueño el sábado pasado cuando recibieron las llaves de sus casas nuevas en uno de los
desarrollos inmobiliarios de Habitat para la Humanidad en el Este de Oakland. No obstante, estas casas nuevas no les fueron otorgadas como regalos. Cada familia trabajó al menos 500 horas para construir su hogar y el de sus vecinos en el desarrollo de 54 casas ubicado en la Avenida Edes. También tienen que pagar una hipoteca, aunque los desarrollos de Habitat para la Humanidad representan una meta más grande que obtener la propiedad de una casa a un costo accesible: crear comunidades de verdad.
El proceso empieza al encontrar familias que estén dedicadas a cambiar sus vidas. El enfoque de Habitat para la Humanidad está basado en la premisa de que las personas que necesitan ayuda son realmente ayudadas cuando están tan comprometidas y activas para cambiar sus vidas como las personas que las están ayudando.
“Buscamos su voluntad para hacer equipo con nosotros y ponernos a trabajar”, comenta Janice Jensen, Directora Ejecutiva de Habitat para la Humanidad del Este de la Bahía. La clave es el requisito que se les pide a las familias para trabajar 500 horas en sus casas y las de sus vecinos. “Cuando la están construyendo fortalecen su compromiso”, dice Janice. “Llegan a conocer a sus vecinos, así que cuando las casas están terminadas, realmente existe una comunidad ahí”, agrega.
La familia Romero es una de las nueve familias nuevas que ahora disfrutan de su nuevo hogar en el desarrollo inmobiliario. Originaria de México, María Romero de 47 años de edad, su esposo y sus dos hijos, estuvieron viviendo en un departamento en el distrito de Fruitvale en Oakland. Un vecino les comentó del programa Habitat, aunque no creyeron ser aprobados. Esta familia ahora está viviendo un sueño que por mucho tiempo no se había atrevido a soñar.
Janice dice que la familia Romero es un gran ejemplo de cómo la gente se empodera y fortalece al construir sus propios hogares – empoderados cuando aprenden tantas cosas. La voluntad de aprender y trabajar es importante para el proceso de selección de la organización. “Buscamos familias muy selectas”, dice Janice. Más allá de las típicas calificaciones de ingresos, se fijan en la necesidad de vivienda de la familia y llevan a cabo entrevistas. “Queremos asegurarnos de que tenemos una familia que realmente está lista para tener un hogar, lista para las responsabilidades de ser propietaria”, dice Janice. La organización también busca que las familias sientan un compromiso con la comunidad, un deseo de formar parte de la comunidad y de ser una fuerza positiva. Las familias también participan en cursos de introducción a las finanzas, mantenimiento del hogar y otros programas para ayudarlos a ser propietarios exitosos.
Habitat para la Humanidad es conocido alrededor del mundo por su modelo único de construcción, que brinda trabajo en conjunto con las familias que poseerán la propiedad de las casas terminadas. En el Este de la Bahía, los voluntarios incluyen vecinos, grupos corporativos, grupos eclesiásticos, estudiantes de Cal Berkley y otros. Juntos los voluntarios, donadores y familias constituyen este modelo único de trabajo de construcción. La familia Habitat en el Este de la Bahía es representada por casi 200 casas, 550 niños Habitat y decenas de miles de voluntarios.
Más allá del entusiasmo de poseer su primera casa, las familias Habitat se concentran en mayores cambios de vida. “La casa es el catalizador para cambiar sus vidas y brindarles estabilidad”, dice Janice. Conectarse con la comunidad, aprender nuevas habilidades y responsabilidades o mandar a sus hijos a la universidad son cosas que transforman la vida de una familia. Hablando de continuos cambios de una familia, Janice concluye: “No queremos que niños Habitat se conviertan en propietarios Habitat en el futuro – se trata de romper el ciclo”.
Para más información visite www.habitateb.org.