El Concilio de la Ciudad de Oakland recientemente aprobó la construcción y la operación de hasta cuatro fábricas de tamaño industrial para producir mariguana dentro de los límites de la ciudad. La decisión hace que Oakland sea la primera ciudad de California en aprobar este tipo de fábricas. Berkeley es la única otra ciudad californiana en llevar a cabo algo similar – preguntará a los votantes en noviembre sobre la aprobación de seis fábricas industriales.
En estados en donde la mariguana de uso medicinal es permitida, los dispensarios legales usualmente compran la mariguana de productores pequeños y la distribuyen a pacientes que tengan prescripciones. La acción de Oakland lleva a la producción a una escala mucho más grande.
“Este es un paso monumental hacia adelante. Realmente significa moverse dentro de la operación de escala industrial, y Oakland lo quiere hacer en grande”, explica Dale Gieringer, director de California NORML, un grupo pro mariguana, a los reporteros de Los Angeles Times.
Antes de que el concilio de la ciudad votara, los productores locales de mariguana dijeron que las nuevas fábricas de producción podrían resultar en que los productores pequeños tuvieran que salirse del negocio. El concilio decidió incluir a estos productores en un plan antes de los permisos fueran otorgados el próximo año a las cuatro fábricas de producción a larga escala. Los pequeños productores actualmente suministran los casi $28 millones de mariguana que son vendidos en los cuatro dispensarios de la ciudad.
Barbara Parker, procuradora de la ciudad de Oakland, está preocupada de que las fábricas no son técnicamente legales, aun bajo las leyes del estado. Y, aun cuando en los dispensarios existentes ocurren redadas frecuentes por agentes federales, se desconoce que pasará a las nuevas fábricas cuando estén operando.
Funcionarios de la ciudad esperan que cientos de personas apliquen para cada una de las cuatro vacantes disponibles.