Fortaleza para soñar

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12 September 2009 Visión Hispana Print Email

Creciendo como campesino en una familia de quince miembros, Ramón Resa nunca imaginó que podría convertirse en doctor. Abandonado por su mamá soltera, quien tuvo cinco hijos antes de cumplir 20 años, Ramón creció en un ambiente de pobreza extrema, abandono y total indiferencia hacia la educación. A la edad de tres años él ya recolectaba algodón con su familia en los campos de California central. Fueron los maestros de primaria de Ramón

quienes le abrieron los ojos a la idea de la educación y despertaron en él el sueño de ir a la universidad y convertirse en doctor. Una profesora en particular le dijo a Ramón que debería ir a la universidad. “No sé porqué lo dijo pero ella puso esa chispa en mi mente y me ayudó a ver mi potencial”, asegura Ramón.

Las actitudes alentadoras por parte de los maestros fueron importantes, pero Ramón tuvo que lidiar con su baja autoestima, impedimento en el habla, prejuicios e incluso la oposición de sus abuelos, que querían que obtuviera un empleo en una fábrica y les pagara por adoptarlo cuando nadie más lo quiso. En a familia de Ramón el trabajo fue siempre más importante que la escuela.

Sin embargo, Ramón persistió en hacer lo que fuera necesario para mantenerse por sí mismo, terminar la preparatoria e ingresar a la universidad. “Esa era toda mi meta; terminar la escuela y salir de ahí”, señala.

Aunque Ramón no tuvo apoyo por parte de su familia, fue afortunado al empezar sus días de universitario en UC Santa Cruz con algunos amigos que tenían la misma perspectiva hacia su futuro. Su pequeño grupo incluía amigos de otras familias campesinas. La mentalidad compartida del grupo de “apoyo” de Ramón apunta a la ley universal del éxito que dice que una persona será tan exitosa como las personas que él o ella escoge como amistades.

Al preguntarle sobre la fuente de su deseo y convicción para soñar con una mejor vida y perseguir dicho sueño, Ramón señala que esa fuente fue: la casa sucia en la que vivió sin agua potable, no tener suficiente comida y el trabajo duro en los campos bajo un clima muy caluroso o muy frío. “No quería eso para mí”, señala. Tampoco lo quería para sus hijos cuando se convirtiera en padre. “Si salía de ese ambiente, daría a mis hijos la oportunidad de hacer algo con su vida”, asevera. Eventualmente Ramón cumplió su sueño al graduarse de la universidad y después de la escuela de medicina. Durante los últimos veinte años, ha tenido su propia práctica médica en la misma región agrícola de California en donde creció. “Me veo a mí mismo en mis pacientes jóvenes que vienen de familias campesinas como yo”, asegura.

“Mi misión es ser un modelo a seguir que se preocupa por sus mentes y espíritus al igual que por sus cuerpos”.

Aunque Ramón nunca conoció a su padre, es claro que él ahora está jugando un rol de padre con cada jóven que atiende como doctor o que conoce en la comunidad. El enfoque honesto y sin excusas que tiene hacia sus pacientes jóvenes y sus padres demuestra su profunda preocupación por la gente y por la verdad.

Al crecer, Ramón no tuvo otra opción más que enfrentar la cruda realidad sin lugar para excusas. Su historia prueba que con un poco de aliento de otras personas, y mucha fuerza personal interna, la gente puede superar las dificultades en lugar de rendirse. Tan imposible como puede parecer, Ramón escogió no enfocarse en las adversidades y retos, sino en su sueño.

Llevando su sueño más allá de su trabajo médico, Ramón es autor de un libro y es solicitado como conferencista. Sus presentaciones inspiran y educan a la gente que tiene la esperanza de tener una mejor vida – y les muestra cómo lograrlo y también inspira a otros.

El darle a sus hijos una mejor oportunidad fue una gran parte del sueño de Ramón cuando estaba trabajando en los campos. El hijo de Ramón se ha inscrito recientemente en la escuela de medicina después de haberse graduado de Stanford. El está muy consciente de la manera en la que la fuerza y perseverancia de su padre le han hecho su camino al éxito mucho más fácil de recorrer.