Para el 1 de abril del 2010, a menos de un año de hoy, toda la población del país será contada. Si eres ciudadano, inmigrante legal o ilegal, indigente o estudiante extranjero, si estás en los Estados Unidos en ese tiempo, serás contado.
¿Qué tan importante es ser contado? ¿Cómo incluimos a todos? Estas preguntas fueron contestadas en la discusión de la mesa redonda llevada a cabo el 5 de mayo en New America Media, en donde los medios étnicos se reunieron con funcionarios del gobierno para discutir como enviar el mensaje a aquellos que muy probablemente evitarían el conteo – los inmigrantes y las minorías.
Una razón por la que los inmigrantes, especialmente los indocumentados, pueden no querer participar en el censo es que tendrán miedo de que su información sea utilizada en su contra por las agencias gubernamentales.
“Los inmigrantes tienden a tener miedo y sospecha de las agencias de gobierno debido a las situaciones raciales y de perfiles que el gobierno solía sancionar”, señaló Susan Hsieh, representante de Chinese for Affirmative Action (CAA). “La desconfianza y el miedo son la respuesta a lo que ha estado ocurriendo a lo largo de historia. El gran trabajo del la Oficina del Censo es trabajar juntos para informar ala gente que no deben temer, que no hay forma de que la Oficina del Censo utilice esa información para meterlos a la cárcel o deportarlos”.
De hecho, de las 10 preguntas contenidas en el formato del censo, el cual está impreso en cinco idiomas distintos incluyendo el español, ninguna pregunta se refiere al estatus migratorio. Así que incluso si alguien intenta utilizar dicha información, lo cual sería ilegal, es imposible descubrir el estatus legal de alguien a partir de los datos del censo, afirmó Carlos Rodríguez, un especialista de la Oficina del Censo de los Estados Unidos.
Siendo la primera fuente de noticias a la que acuden los inmigrantes, los medios étnicos tienen un papel importante al ayudar a que el censo mejore el conteo debido a que sus lectores son los que han sido históricamente contados erróneamente, señaló Phil Ting, Asesor y Oficial del Registro Civil de San Francisco. Ting señaló que San Francisco tiene una población sin contar de 100,000 que, si hubiera figurado en la población, hubiera traído a la ciudad un extra de $29 millones por año en fondos. Los periódicos, programas de televisión y radio étnicos son los medios que entran a las salas de muchas de estas personas que forman parte de la población con errores de conteo.
Todo se traduce en dinero, y cada persona importa. Las decisiones clave locales, estatales y federales están basadas en los datos del censo. Las cifras de la población no sólo afectan a la representación política; también ayudan a determinar como se destinarán los $300 billones de fondos federales anuales, afirmó Ralph Lee, director general de la Oficina del Censo de los Estados Unidos de la región de Seattle.
Mike Burns, director regional adjunto de la Oficina del Censo de los Estados Unidos de la región de Seattle, sugirió que los inmigrantes echen un vistazo al efecto que tienen los datos del censo a nivel local. “Miren alrededor del vecindario”, dijo. Las escuelas, los centros comunitarios, las clases de inglés para inmigrantes en transición son todos afectados por el censo, que cuenta la población y decide cuántos fondos van a obtener del gobierno.