Tres hermanos adolescentes de Fremont han alcanzado muchos logros en sus cortas vidas. Monique Magallanes, de 17 años de edad, su hermana Jasmine, de 15, y su hermano Anthony Jr., de 14, han vencido a los especialistas en artes marciales más importantes del Kung Fu, Karate, y otros estilos de pelea, en la categoría de su edad. Ostentan innumerables títulos nacionales y mundiales y muy probablemente serán vistos en películas de Hollywood
en un futuro próximo. No obstante, ser famosos no era su meta original.“A mí me molestaban en la escuela y mis padres decidieron que era tiempo de que aprendiéramos artes marciales para defendernos”, señala Monique. Su padre Anthony empezó a entrenar a los tres niños en casa y después los inscribió en la misma escuela de artes marciales en la que él había entrenado años atrás.
Conforme iban aumentando sus habilidades y al dejar de molestarlos en la escuela, los tres hermanos fueron cuidadosos de no hablar mucho acerca del tema o de hacer demostraciones frente a otros niños en la escuela. Como principio común de las artes marciales, tanto los entrenadores de Kung Fu como el Sr. Magallanes les inculcaron a los niños que habrán de usar sus habilidades para su propia defensa y no para molestar a otros.
“Fuimos entrenados para utilizarlo sólo si era realmente necesario”, afirma Monique. “No usamos nuestras técnicas al instante – intentamos salir de la situación hablando e intentando calmar a la otra persona – si tenemos que hacerlo lo usamos para defendernos, pero no estamos buscando pelear”.
Empezaron a competir en eventos de artes marciales y les encantó el sentimiento que les dejó ganar su primera competencia. Pronto se convirtieron en los mejores competidores.
Jasmine observaba como su hermana mayor ganaba las competencias regularmente. “Estaba orgullosa de ella pero no quería quedarme atrás”, señala. Así que empecé a entrenar más arduamente y empecé a ganar. “Me sentí genial cuando lo logré – me encantó ese sentimiento”, agrega.
Anthony señala que él también estaba motivado a desarrollar habilidades de campeonato al querer desempeñarse al mismo nivel que sus hermanas mayores. “Quería ganarles y ellas querían ganarme,” señala. La competencia entre ellos creó mayor motivación para alcanzar más logros y ayudarse unos a otros. En el 2008 participaron en su primera competencia mundial y ganaron cinco títulos mundiales en los Juegos Mundiales de la Liga Nacional Cinta Negra (National Black Belt League World Games).
Sobre ganar campeonatos, Anthony señala, “Se siente genial lograr algo para lo que has trabajado tan arduamente”.
“Nos enseñó una de las lecciones de vida, que el trabajo arduo es recompensado”, asegura Monique. “Y para poder seguir ganando, tenemos que trabajar muy arduamente y ese trabajo al final nos será recompensado”.
“Fue mucho trabajo, hemos estado entrenando por más de ocho años”, señala Jasmine. “Nos ha tomado mucho tiempo”.
Después de ganar algunos campeonatos en las competencias de contacto, los tres hermanos ahora participan en eventos que no implican contacto físico en los que las habilidades se juzgan de manera individual. Cada uno de ellos dice estar interesado en participar en películas como actores; ya han aparecido en anuncios de televisión y en revistas.
“En este momento tenemos muchas oportunidades”, señala Anthony. Están ansiosos por competir en Europa y en una competencia mundial en Nueva York posteriormente este año. Aseguran que el hecho de ser campeones les ha traído muchas oportunidades y están muy emocionados por su futuro.
Al hablar del objetivo final de entrenar a sus hijos, el Sr. Magallanes señala que lo más importante fue ver que ellos se convirtieron en personas maravillosas y representan una influencia positiva en su comunidad. A pesar de que sus hijos son campeones y han recibido mucha atención, el Sr. Magallanes dice que son muy respetuosos y humildes. “No hablan mucho sobre las cosas que pueden hacer”, señala. Esa misma humildad también se necesita para salir avante de situaciones conflictivas. “En ese fue en lo que me enfoqué – en su madurez y a distinguir el bien del mal”, agrega. “Las artes marciales les han dado la seguridad de que no tienen que pelear”.
Su madurez y confianza también les permite ayudarse mutuamente para volverse mejores asegura el Sr. Magallanes, quien señala que sus hijos están conscientes de que el éxito individual está estrechamente vinculado a cada uno. Dichas actitudes triunfadoras seguramente les servirán de mucho a los hermanos en eL futuro, independientemente de que se conviertan o no en estrellas de cine.