Rompimiento: Programa único de enseñanza cierra brecha educativa

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20 June 2009 Visión Hispana Print Email

“No necesitamos tener una brecha académica”, señala Doug Wheeler, refiriéndose a la brecha educativa entre los estudiantes hispanos y otros grupos étnicos. Wheeler ha sido profesor bilingüe por 24 años y ha pasado mucho tiempo en México, incluyendo un año viviendo en Michoacán. “Siempre he tenido un profundo cariño y respeto hacia la cultura mexicana”, asegura.

A través de su carrera como docente, Wheeler notó que los padres hispanos estaban muy dispuestos

a ayudar a sus hijos en el salón de clases. Sabiendo lo importante que es la participación de los padres en el éxito del estudiante, creó un programa de enseñanza único hace cinco años en la Primaria Bayview en San Pablo. Sirviendo a una población estudiantil compuesta en un 66 por ciento por hispanos, Bayview es una de las 64 escuelas públicas en el Distrito Unificado del Oeste de Contra Costa.

Como profesor bilingüe, la clase de Wheeler se compone de estudiantes hispanos, que como grupo generalmente alcanzan éxitos académicos más bajos en contraste con los estudiantes blancos o asiáticos. Afortunadamente, el programa de enseñanza de Wheeler parece estar cambiando esta desafortunada realidad.

“Les enseño a los padres como enseñarles a sus hijos”, comenta Wheeler. “Trabajan con sus hijos durante una hora en la clase todos los días; hay casi tantos padres como estudiantes en el salón de clase”, agrega.

Wheeler señala que la clave es hacer que los padres se sientan bienvenidos para asistir a la clase. Esto incluye recibir a los padres que traen a sus niños de preescolar, que por lo general aprenden al lado de su hermano o hermana mayor en clase.

Wheeler afirma que el programa ha sido muy exitoso; sus estudiantes de jardín de niños están leyendo y escribiendo al nivel de primer grado. Dicho desempeño no sería posible si Wheeler no estuviera enseñando a los padres a practicar las lecciones de clase en casa. El éxito de los estudiantes es todavía más sorprendente debido a que muchos de los padres tienen una educación limitada y habilidades del idioma limitadas. “Hemos trabajado juntos para que tengan las herramientas para enseñar a sus propios hijos”, señala.

Gabriela Hernández, madre de Oriana de seis años de edad, asiste a la clase de Wheeler con su hija Fiorela de dos años todos los días por lo menos cuarenta minutos. Hernández vio el progreso de Oriana en sólo dos meses.

“Mi niña Oriana aprendió a leer en solo dos meses”, Hernández comenta muy emocionada. “Los papás tenemos una oportunidad de ayudar a nuestros hijos y mi consejo es que ellos (los padres) no deberían pensar si pueden hacerlo o no (asistir al salón de clases), es lo mejor que podría pasar, no se arrepentirán”, asegura.

Hernández agregó que su hija Fiorela de dos años también está aprendiendo. “En el salón de clases intentó hacer los sonidos que el maestro estaba diciendo”, señala. “También estaba muy al pendiente de lo que el maestro leía, estaba poniendo atención”.

“Siempre voy a estar agradecida con el maestro Wheeler”, agrega Hernández. “Me gustaría que otros maestros siguieran su sistema de enseñanza”.

Wheeler siente que otros profesores bilingües pueden fortalecer a los padres de la misma manera si ellos “abren su puerta y hacen su horario flexible para que puedan implementar el mismo tipo de enseñanza estratégica. Los profesores no se sienten cómodos con la participación real de los padres”, señala.

Wheeler cree que los profesores y los administradores tienen que desprenderse de los roles, reglas y reglamentos tradicionales de las escuelas públicas. “El problema no es saber qué hacer sino que es una cuestión de voluntad. Se trata de estar verdaderamente dispuesto a cambiar nuestra práctica para hacer lo que se tiene que hacer. Sí se puede lograr”, asegura.

Wheeler le da mucho crédito a la ex-directora de la escuela primaria Bayview, Merrilee Cavenecia, quien originalmente le dio permiso para recibir a los padres en el salón de clases. En el reciente evento de jubilación de Cavenecia, él habló sobre su valor al tomar el riesgo de permitir a los padres con niños pequeños pasar mucho tiempo en el salón de clases. El alcalde y vicealcalde de San Pablo, el miembro del consejo escolar Antonio Medrano y el alcalde de Richmond asistieron. Wheeler comenta que todos ellos parecían complacidos e impresionados con las acciones de Cavenecia.

Hablando del gran descontento que la gente tiene con el desempeño de las escuelas públicas, Wheeler cuestiona el sistema. “¿Realmente nos importa? ¿Somos realmente sinceros cuando hablamos de hacer accesible la participación significativa de los padres para cambiar las cosas? Si hacemos eso, no hablaremos más sobre una brecha académica”.