Con miedo en la escuela

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23 May 2009 Alex Gronke, OakBook Print Email

Los maestros no pueden hacer su trabajo en las escuelas a las que los estudiantes llevan armas, alardean pertenecer a bandas, amenazan a sus compañeros de clase y hacen obscenidades. Si no hay disciplina, no hay aprendizaje. Tal es el caso en muchas escuelas de Oakland, en donde funcionarios del Distrito Escolar Unificado de Oakland (OUSD) reporta que el superintendente no está cumpliendo con asegurarse que los estudiantes se

sientan seguros en el campus. Si este problema pudiera ser arreglado, el Distrito Unificado podría dejar de perder estudiantes y el dinero que les sigue. El creciente clima de rebeldía que agobia a muchas escuelas Unificadas de Oakland es una de las razones principales por las que los padres de familia deciden enviar a sus hijos a escuelas charter.

En un informe proporcionado al administrador estatal del OUSD, funcionarios del distrito reportan que el superintendente (o el CEO en el sentido corporativo de Expect Success) no está cumpliendo con la “expectativa operacional” de crear y hacer cumplir “las políticas disciplinarias para mantener ambientes seguros y efectivos para todos los estudiantes y promover comportamientos cívicos”.

La Encuesta de Niños Saludables de California (California Healthy Kids Survey) encontró que hubo un 18 por ciento de aumento de pandillas entre los estudiantes cursando el 7º grado entre los ciclos escolares 2005-06 y 2007-08. La misma encuesta encontró un ocho por ciento de disminución en el sentido de vínculo escolar, la cual es definida por el Departamento de Educación de California como el grado en que los estudiantes creen que la escuela los protege y se preocupa por ellos.

La caída no es de sorprenderse. Durante el mismo marco de tiempo, las suspensiones relacionadas a armas en escuelas del OUSD se incrementaron de 206 a 232. Como OakBook reportó el año pasado, nueve por ciento de los estudiantes de 7º año de Oakland aseguran haber llevado una pistola a la escuela al menos una vez.

Las encuestas no preguntan a los niños si tienen miedo de recibir un disparo, pero en el 2008, 33 por ciento de los estudiantes de 7º grado reportaron que tenían miedo de ser golpeados en la escuela, cifra que representa un aumento del 18 por ciento con respecto al año anterior. Más de uno de cada tres alumnos de Oakland en 7º grado señalaron que han sido molestados en la escuela. Y en la encuesta del 2007-08 conducida por el Distrito Escolar Unificado de Oakland, 32 por ciento de estudiantes de la escuela primaria y 35 por ciento de estudiantes de secundaria dijeron no sentirse seguros en la escuela.

Los funcionarios del distrito lo plantean sin rodeos: “Aunque el ‘bullying’ es sólo un tipo de amenaza a la seguridad, la elevada tasa de incidencia en OUSD representa una barrera relevante para el aprendizaje de muchos estudiantes. Si los adultos no cumplen con instituir sistemas y procedimientos adecuados para resolver el problema, esas amenazas y acciones dañinas aumentarán, impactando así la asistencia y desempeño académico”.

A veces los delitos cometidos por estudiantes sobrepasan el alcance disciplinario del distrito escolar. “Los datos sobre la colocación de estudiantes entrando al Distrito del sistema de justicia juvenil indica que de los 1,216 estudiantes potenciales del OUSD que fueron arrestados y liberados, cerca del 38 por ciento nunca se reportaron a la escuela después de su liberación. Se desconoce el paradero de cerca del 24 por ciento. Del 37 por ciento restante, más del 8 por ciento vuelve a dejar la escuela antes de la graduación”.

Sin embargo, los números muestran algunos éxitos. Por ejemplo, las suspensiones por desacato, vulgaridad y obscenidad cayeron de 563 a 458 entre los ciclos escolares 2006-07 y 2007-08.