Había mini pastelitos, enchiladas verdes, mejillones franceses, y ‘dumplings’ chinos en forma de media luna. Estuvo la cervecería artesanal de Hayward, y hubo vinos de Oakland, Brentwood y Livermore. Había restaurantes con legados de hasta treinta años y recetas para BBQ de admirarse, y chefs internacionalmente entrenados con menús de alta cocina preciándose de la utilización de ingredientes locales.
El pasado miércoles más de 300 invitados llegaron para celebrar a los restaurantes, y ‘caterers’ de Hayward y además a los viñedos cercanos al área. La celebración fue el segundo evento anual denominado Sabor de Hayward. Realizado en Hayward City Hall Rotunda, el evento presentó a más de veinte negocios locales, una rifa y una subasta, todo en beneficio de Hayward Public Libraries After School Homework Support Center.
“El objetivo de esta noche es presentar a la comunidad local, a la ciudad y al condado de Alameda la experiencia de la alta cocina aquí en Hayward”, mencionó Sean Brooks, Administrador de Desarrollo Económico de la ciudad de Hayward. “Para que la comunidad prospere y avance, tenemos que acentuar las experiencias positivas – la economía no anda bien, pero la comunidad está aquí unida por la comida”. Brooks mencionó que lo que diferencia la escena gastronómica de Hayward de las ciudades vecinas es la ubicación y el sentido de comunidad generado por los restaurantes, muchos de los cuales son familiares que han sido operados por segundas y terceras generaciones.
Tacos Uruapan es uno de esos negocios. Cuando el padre de Antonio Solorio llegó a los Estados Unidos y abrió su ‘taco stand’, él no estaba buscando una oportunidad para iniciar un negocio. “Fue una necesidad para sobrevivir, para salir adelante”. Veintiocho años después, el negocio se ha transformado de un ‘taco truck’ estacionado en las calles Huntwood e Industrial, en un restaurante completamente desarrollado empleando a quince residentes locales, y Solorio administrando el negocio. El restaurante tiene programas de recompensa para los estudiantes de la escuela primaria quienes logran hitos académicos, además del ‘taco night’ de $1 los martes – son ejemplos de la manera que Solorio interactúa y apoya a su comunidad. “Empleo a gente de la comunidad, vivo en la comunidad, tengo mi negocio en la comunidad, interactúo con la comunidad, y todo eso es muy importante para mí”, mencionó.
Mark Salinas, miembro del Concilio de la Ciudad cree que historias como las de Solorio – historias de las familias latinas inmigrantes echando a andar sus pequeños negocios y prosperando, representan una contribución vital al carácter emprendedor de Hayward. “Mira el patrón de los pequeños negocios, especialmente de los restaurantes que están abriendo en la ciudad de Hayward”, mencionó. “Todos son taquerías o pupuserías, o restaurantes mexicanos. Creo que el modelo en crecimiento de los restaurantes latinos es representativo del espíritu emprendedor que los inmigrantes traen a los Estados Unidos”.
Sin embargo, a pesar de que 40 por ciento de la población de Hayward es latina, los residentes latinos no sean quizás los más influyentes cuando se trata de ser condescendientes con los restaurantes locales. “Muchas familias latinas son familias inmigrantes de bajos ingresos, de tal manera que para muchas de nuestras familias, los padres gastan sus recursos cocinando la cena en la casa”, mencionó Salinas. Su declaración fue repetida por el chef del restaurante Skywest, Sandro Sanchez, originario de Ecuador, quien llegó a Hayward después de haber desarrollado una carrera culinaria en España por 17 años. Mencionó que la clientela diaria del restaurante no es particularmente latina, excepto para las órdenes de comida para fiestas, cuando las familias latinas rentan los salones para las fiestas de quinceañera y bautizos.
Sin embargo, Salinas cree que la creciente población de jóvenes profesionales urbanos (especialmente latinos) es el grupo que más apoya a los restaurantes locales, mencionándose a sí mismo y a su esposa como ejemplo de trabajadores con títulos universitarios, con trabajos bien pagados y con poco tiempo para cocinar en la casa.
Debra Fernandez, residente local, nacida y criada en Hayward, menciona que ella y sus amigas fueron al evento con la intención de apoyar a los negocios locales. “Estoy aquí para hacer algo en Hayward, para apoyar a Hayward. Nos toma mucho tiempo ir a otras ciudades, así que estoy contenta de que puedo hacer algo como esto”, mencionó. Fernandez mencionó que disfruta de la alta cocina de los restaurantes locales y la creciente gama de cocinas y sabores que se han incrementado en los años recientes. Al preguntarle si había descubierto algún restaurante nuevo en el evento, mostró una sonrisa tímida y mencionó “de hecho ya los conocía a todos”.