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Restringiendo el uso de analgésicos: ¿Pero qué con el dolor?

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07 May 2016 Dr. Print Email

En los Estados Unidos hay una adicción a los analgésicos y su daño potencial sobrepasa los beneficios, los cuales no han sido probados o son únicamente temporales. Los sedantes o analgésicos causan adicción y pueden llevar a muchos otros problemas médicos.

No hay duda que a los estadounidenses se les receta con muchísimos analgésicos y que su daño potencial sobrepasa los beneficios, los cuales no han sido probados o son únicamente temporales. De hecho, 40 personas mueren todos los días debido a sobredosis de prescripciones médicas, muchas de las cuales son accidentales. Los sedantes o analgésicos causan adicción y pueden llevar a muchos otros problemas médicos.

Ciertamente los doctores deberían cargar con mucha de la culpa, especialmente los doctores del cuidado de salud primario (familiar), quienes recetan el 50% de estos medicamentos. El público debería de comprender que muchos de estos doctores no han sido entrenados adecuadamente para recetar analgésicos para el dolor crónico pero aun cuando son prescritos por médicos certificados para controlar el dolor, las sobredosis ocurren. Aun peor, 70 por ciento de quienes toman dosis excesivas siguen recibiendo recetas de analgésicos.

Por estas razones, los CDC recientemente emitieron lineamientos para las prescripciones de sedantes y la FDA emitió una advertencia en los envases para tratar de disminuir su uso y abuso. Dado que el no seguir estas directrices puede ser causa de responsabilidad, muchos médicos podrían reducir la prescripción de narcóticos. Aunque esto puede ser beneficioso para reducir las muertes, hará muy poco para disminuir la carga del dolor crónico en este país; de hecho, la mayoría de las personas pueden seguir sufriendo.

La razón de esto es que la medicina convencional es a menudo muy pobre en el tratamiento del dolor. La medicina convencional a menudo depende de arreglos temporales como los sedantes y procedimientos invasivos tales como las cirugías y, que sólo pueden ayudar a una minoría de los pacientes, sin embargo, pueden causar discapacidad y complicaciones significativas, incluyendo un dolor crónico peor. La mayoría de los tratamientos convencionales no abordan la causa del dolor; simplemente tratan los síntomas, por lo que el dolor continúa y se puede requerir de más narcóticos o de mayor potencia.

La verdadera pena es que hay tratamientos disponibles que no se limitan a tratar los síntomas, sino que de hecho se enfocan en la causa del dolor y por lo tanto pueden tener beneficios mejores y más duraderos. Sin embargo, estos son tratamientos alternativos, que no son comúnmente considerados o utilizados por la mayoría de los médicos convencionales.

Uno de ellos es la acupuntura, técnica de 3,000 años de antigüedad practicada en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud y numerosos estudios apoyan el uso de la acupuntura para casi todas las señales del dolor, incluyendo el cuello y dolor de espalda, fibromialgia, artritis, esguinces, dolor por cáncer, dolores de cabeza, neuralgia, y muchos más. La acupuntura tiene un mínimo o ningún efecto secundario y es bastante barato en comparación con los tratamientos convencionales.

Otro tratamiento que no es muy conocido es el uso de láser de energía de bajo nivel ("frío"). El tratamiento con láser frío se apoya en más de 2,500 trabajos de investigación y estudios y ha sido aprobado por la FDA para controlar el dolor de numerosas condiciones médicas, incluyendo dolor en la columna, túnel carpiano, tendinitis, artritis y dolor por cáncer. Asimismo, prácticamente no tiene efectos secundarios y es mucho menos costoso.

Frecuentemente cuando se trata de dolor de columna, articulaciones, de cabeza o mandíbula, anormalidades estructurales pueden ser la causa del dolor y el uso de terapias manuales puede proporcionar un alivio excelente. Esto incluye masaje terapéutico, quiropráctica, osteopatía y varios tipos de tratamientos de movimiento (somáticos). Una vez más, estas técnicas raras veces son sugeridas por la mayoría de los médicos, aun cuando pueden ser muy eficaces y menos costosas.

La psicoterapia es otra herramienta útil y se ha demostrado su eficacia, pero la mayoría de los pacientes se resisten a ella debido a las suposiciones negativas. Ciertos dolores ciertamente pueden ser causados o prolongados por problemas emocionales ocultos, pero el dolor no causado por tales cuestiones también puede ser controlado o disminuido mediante el uso de tales terapias.

Estos no son los únicos métodos que han sido apoyados por la investigación para controlar o disminuir el dolor. Otras técnicas relacionadas con la mente-cuerpo (como la meditación consciente), el yoga y el Tai Chi / QiGong en estudios se ha demostrado que reducen eficazmente el dolor y son terapias de bajo costo y con resultados comparables o mejores que las inyecciones, cirugías y sedantes.  

La principal deficiencia en el tratamiento del dolor en nuestro sistema de salud es que los médicos son recompensados más por procedimientos y medicamentos invasivos que por la utilización de métodos alternativos. Por ejemplo, a pesar de que algunas cirugías pueden costar hasta $ 100.000, pero sólo pueden ser beneficiosas para el 15% de los pacientes, y a pesar que los estudios muestran que las inyecciones pueden ser no más eficaces que el placebo, estos procedimientos se consideran "estándares de la atención" y por lo tanto se recomiendan e implementan antes de intentar cualquier otra alternativa. Por otra parte, las aseguradoras y Medicare pagan por estos métodos y rara vez pagan por las alternativas menos costosas.

Para empeorar las cosas, solo algunas guías incluyen estos métodos alternativos, principalmente porque (las guías) están escritas por médicos convencionales, muchos de los cuales están más incentivados a utilizar únicamente medios convencionales. Si estos métodos fueran requeridos antes de que los tratamientos convencionales fueran iniciados, veríamos un alivio del dolor sustancial, así como una disminución significativa de los costos.

Desde luego que podemos disminuir la prescripción de analgésicos, pero con sólo restringir su consumo no vamos a reducir la prevalencia del dolor crónico. Irónicamente, al disminuir el dolor usando tratamientos no convencionales, automáticamente como resultado el uso de narcóticos disminuirá, así como la necesidad de inyecciones y cirugías.

Sin embargo, en este momento no podemos confiar en la comunidad médica y en otros grupos para hacerlo. Eso deja en manos de las personas con dolor crónico tener el poder y buscar soluciones más eficaces, más duraderas y menos costosas.