Luz se sintió aliviada y agradecida cuando se enteró que su hijo de 16 años calificaba para tener cobertura completa del Medi-Cal, el programa estatal del Medicaid en California. Ahora, le preocupa que la información que proporcionó al programa de salud del gobierno pueda poner a su familia en riesgo de deportación.
El hijo de Luz es uno de los cerca de 190,000 niños que se han inscrito en el Medi-Cal desde que California lo habilitó para menores indocumentados el año pasado. Luz, su esposo y su hijo llegaron sin papeles a Merced, California, desde México hace unos 10 años. Luz pidió que no se usara el apellido de la familia, por miedo a ser identificada por las autoridades federales de inmigración.
En el clima político actual, los defensores de los inmigrantes y de la salud temen que niños, como el hijo de Luz, abandonen el Medi-Cal y que otros menores que califican no se inscriban debido a la preocupación de que la información personal pueda ser utilizada para deportar a las familias.
Luz tendría que renovar la cobertura de su hijo en octubre, pero sigue indecisa, aunque el programa pagó por su visita al hospital cuando se lesionó un pie. "Todavía lo estoy pensando", dijo.
En mayo de 2016, el Departamento Estatal de Servicios de Salud (DHCS) implementó la nueva ley Health for All Kids (Salud para Todos los Niños) que permite a los menores de 19 años de California recibir beneficios completos del Medi-Cal, incluyendo atención dental y servicios de salud mental, independientemente de su estatus migratorio. Antes, los niños indocumentados sólo podían recibir a través del Medi-Cal atención de emergencia.
California siguió a Illinois, Massachusetts, Nueva York, Washington y el Distrito de Columbia ofreciendo cobertura de salud apoyada por el estado a niños que viven en el país sin papeles. El gobierno federal paga una porción significativa del programa de California, como lo hace con todos los estados. Pero California financia la cobertura para los niños indocumentados en su totalidad.
Desde su implementación hasta el 6 de abril de 2017, 189,434 niños indocumentados se inscribieron en el programa, según los datos estatales más recientes. El departamento de servicios de salud estima que otros 61,000 son elegibles, pero no están inscritos. Defensores dicen que ahora es el momento para un empujón para inscribir a estos niños "más difíciles de localizar" y para alentar a los que ya están en el programa a quedarse.
Kelly Hardy, directora y gerente de políticas de salud de Children Now, dijo que algunas familias incluso han tratado de retirar a sus hijos del Medi-Cal porque temen que su estatus migratorio pueda compartirse con oficiales de inmigración.
"Mantener [en el programa] a los niños que se han inscrito recientemente va a ser muy importante", dijo Hardy. Agregó que espera que las familias vean que la cobertura es una bendición para su salud y que no se asusten.
En un correo electrónico reciente, el DHCS reiteró a California Healthline que el estatus migratorio de un solicitante "solo se usa con el propósito de determinar la elegibilidad para el Medi-Cal".
Pero eso no evita la preocupación de algunos padres.
"Este miedo es horrible. No sabemos en quién confiar ", dijo Luz.
La mayoría de la gente pregunta si la inscripción de un niño indocumentado traería algún problema con Inmigración, dijo Carlos Jiménez, abogado de políticas de salud en el Mixteco Community Organizing Project, en Oxnard, California. "Nosotros les decimos que su información está protegida. Pero aun así tienen miedo”.
Historia publicada por California Healthline.