La Ciudad de Oakland recientemente formuló una petición que buscaba un mandato judicial en contra de la pandilla callejera denominada Norteños, misma que es clasificada por la oficina del Fiscal Municipal como una de las pandillas más violentas en la ciudad. La Ciudad de Hayward también está actuando para introducir nuevas leyes que reduzcan los índices de delincuencia y violencia cuyos protagonistas son aproximadamente 2,000 miembros de  pandillas callejeras que representan más de veinte pandillas o grupos.
 
Si se ordena por un juez, el mandato solicitado por Oakland restringiría las actividades de 42 miembros de la pandilla de los Norteños en un área del centro de Oakland, la cual de acuerdo con un anuncio de la oficina del fiscal municipal “durante años ha sido blanco de terribles delitos como homicidios, asaltos, robos y otros actos de violencia cometidos por dicha pandilla”.
 
“En vecindarios del centro y este de Oakland, los residentes y las empresas han quedado atrapadas en medio del fuego cruzado entre esta pandilla y sus rivales, pelea que ha durado décadas”, señaló el Fiscal de la ciudad John Russo. “Las balas les han arrebatado la vida a innumerables jóvenes que fueron reclutados… y las balas disparadas en contra de o por miembros de los Norteños muy frecuentemente hieren o matan a transeúntes – muchos de ellos niños”.
 
De acuerdo con información proporcionada por la Policía de Oakland, los miembros de los Norteños han estado involucrados en por lo menos 35 tiroteos este año ya sea como blancos o como sospechosos.
 
Un mandato judicial es una orden librada por un tribunal civil, muy parecida a una orden de restricción. Está diseñada para proteger a la comunidad por medio de la restricción impuesta a los pandilleros de manera individual para evitar que cometan delitos dentro de un área denominada zona de seguridad. La zona segura libre de Norteños que se propone es un área del centro de Oakland aproximadamente entre la 21st Avenue y High Street y bajo Brookdale Avenue.
 
Dentro de la zona, los pandilleros objeto de la orden tendrían prohibido portar armas, amenazar o asaltar testigos, reclutar jóvenes, vender drogas, realizar actos de vandalismo, reunirse en público y permanecer en la calle muy entrada la noche. El Fiscal de la ciudad John Russo y el jefe de la policía Anthony Batts han discutido recientemente la posibilidad de implementar un mandato judicial anti-pandillas a fin de proteger el vecindario de la Fruitvale de una de las pandillas callejeras más violentas de la ciudad.

En Hayward, el departamento de policía presentó un informe en una reunión del concejo municipal que se llevó a cabo recientemente, en el que señaló el progreso de una Unidad de Investigación de Pandillas (GIU, por sus siglas en inglés) y un programa de mandatos judiciales contra pandillas. Se han asignado tres oficiales de policía para la formación de una nueva GIU, de modo que esto incrementa las estrategias existentes de prevención y aplicación de la ley con altos esfuerzos de investigación y recolección de datos que resultan críticos para reducir la violencia cometida por pandillas. De acuerdo con la policía de Hayward, el personal de la recién formada GIU está completamente financiado por subsidios y el desarrollo y diseño del programa de mandatos contra pandillas está siendo manejado por recursos existentes.

“Las buenas noticias son que el concejo de la ciudad, la ciudad y el departamento de policía cuentan con gente competente y bien intencionada trabajando al respecto y con una buena y contundente participación de la comunidad podemos realmente formular una política integral para Hayward”, mencionó Mark Salinas, miembro del concilio, quien invitó a los líderes comunitarios a las reuniones del concilio a fin de mantenerse al tanto de los reportes del departamento de la policía.

Como en Oakland, los mandatos solicitados por Hayward pondrían al alcance de los oficiales de policía una orden judicial que prohibiría a los pandilleros participar en determinadas actividades.
 
Se han implementado mandatos judiciales antipandillas en algunas ciudades de California, incluyendo Los Ángeles, San Jose y Oakland. La policía de Hayward y el concejo municipal revisaron el primer mandato solicitado por Oakland, mismo que fue otorgado en junio y está dirigido a quince miembros de la pandilla North Side de Oakland. La violación a un mandato se considera desacato, el cual es castigado con hasta seis meses de prisión y una multa de hasta $1,000.
 
El Departamento de Policía de Hayward planea continuar realizando su mejor esfuerzo para recolectar los datos necesarios para establecer pruebas contra las pandillas que den lugar a un mandato. Si la ciudad obtuviera un mandato judicial antipandillas, la tarea del tribunal sería asegurar el debido proceso de pandilleros como es que reciban la notificación de audiencia y que tengan la oportunidad de ser escuchados.