Comúnmente se cree que los hombres son más competitivos que las mujeres pero esta apreciación es errónea. Ellas son tan competitivas como ellos, pero no recurren a estrategias como la violencia física o verbal. En cambio las mujeres prefieren utilizar las agresiones indirectas como la exclusión social de sus contrincantes.
A dichas conclusiones llegó un estudio realizado por la Universidad de Harvard.
COMPITIENDO SEGÚN EL GÉNERO. Para llegar a dichas conclusiones los autores enfrentaron a sus voluntarios hombres y mujeres con una amenaza social y luego analizaron como respondían e intentaban solucionar este problema a su favor.
Los investigadores pidieron a los voluntarios que realizaran una actividad que les redituaría buenos dividendos si la cumplían exitosamente. En ese quehacer, cada participante tenía dos compañeros y podía elegir jugar solo, aliarse con uno de los contrincantes o directamente cooperar con los dos, en cuyo caso las ganancias se dividirían entre los tres.
Mientras resolvían el ejercicio los voluntarios se enfrentaron a una encrucijada difícil, ya que se encontraron frente a la posibilidad de una exclusión social que disminuiría fuertemente sus ganancias. Una opción que tenían para lidiar con este problema era la de aliarse con sus oponentes. Hasta ese momento tanto los hombres como las mujeres estaban resolviendo de igual manera la actividad, pero a partir de este dilema todo cambió.
Resultó que, ante el riesgo de perder, las mujeres eligieron la posibilidad de aliarse con mucha más frecuencia que los hombres. Las mujeres intentan formar alianzas exclusivas como su principal estrategia para combatir cualquier amenaza social. Los hombres, por otro lado, intentan actuar unilateralmente y dominar directamente a sus oponentes.
Benenson concluyó que, en vista de los resultados, hay que reevaluar las diferencias sexuales en torno a la competencia. "Los mundos sociales de los hombres y las mujeres, y de las chicas y chicos jóvenes se diferencian en que ellas deben cuidarse ser alienadas mientras que ellos deben preocuparse por ser agredidos físicamente", detalló la especialista.