Sorprendente número de padres con hijos obesos tienden a negar el problema, revela un estudio dado a conocer en el país.
Preocupante que padres de niños obesos tiende a negar el problema porque los niños obesos corren el riesgo de sufrir diabetes, hipertensión, problemas con el colesterol y otros males más propios de los adultos. Y los niños obesos, además, corren más riesgo de ser adultos obesos.
"Todo me indica que los padres de niños pequeños piensan que los niños van a perder peso cuando crezcan, que algo va a cambiar con la edad," dijo el doctor Matthew M. Davis, profesor de pediatría y medicina interna en la Universidad de Michigan que encabezó el estudio.
"Cuando veo a un niño que es obeso a una edad tan temprana, lo veo como una señal de formas en que su nutrición puede ser mejorada, su nivel de actividad puede ser mejorado."
Entre los padres con niños obesos entre seis y once años, 43 por ciento dijeron que sus hijos eran "del peso apropiado," y 13 por ciento dijeron "muy obesos." Otros dijeron que los niños eran "ligeramente obesos."
En el caso de padres con niños obesos de entre 12 y 17 años, el estudio encontró más conciencia sobre el problema. Cincuenta y seis por ciento dijeron que su niño era "ligeramente obeso," 31% dijeron que era "muy obeso" y 11% dijeron que el niño tenía el peso adecuado. Los otros dijeron que sus hijos tenían un peso un poco menor que el apropiado.
El doctor Goutham Rao, director clínico del Centro de Control de Peso y Salud en el Hospital Pediátrico de Pittsburgh, dijo que la obesidad infantil no es tan fácil de detectar como en adultos. "Además, a causa del estigma social, no es algo que los padres están dispuestos a admitir fácilmente," dijo Rao.