Empieza la cuenta regresiva del fenómeno maya 2012
Faltan únicamente 51 semanas antes del 21 de diciembre, 2012, cuando según de acuerdo a algunas personas la cultura maya predijo el fin del mundo.
El fenómeno 2012 ya muy bien reconocido se compone de una serie de creencias de acuerdo a las cuales un cataclismo o eventos transformativos ocurrirán el 21 de diciembre de 2012. Esta fecha es considerada como el fin de un largo ciclo de 5,125 años en el calendario de la cultura ancestral maya. Diversas alineaciones astronómicas y fórmulas numerológicas relacionadas a esta fecha han sido propuestas.
Desastres o diversos escenarios catastróficos sugeridos que incluyen el máximo acercamiento solar, o la coalición de la tierra con un agujero negro, con un asteroide o con un planeta llamado "Nibiru".
La reputación maya por su sabiduría y conocimiento astronómico ha alimentado el miedo de la gente de que tal predicción es cierta.
El calendario maya de ‘cuenta larga’ inicia en el año 3,114 A.C., marcando el tiempo en periodos de 394 años conocidos como baktunes. El trece era un número sagrado, muy significativo para los mayas, y escribieron que el 13avo. baktun termina el 21 de diciembre, 2012.
Las teorías del día del Juicio Final provienen de una placa de piedra descubierta en 1960 en el sitio arqueológico llamado Tortuguero en el estado de Tabasco, México que describe el regreso del dios maya al final del 13avo. periodo.
En 1966, Michael D. Coe, arqueólogo-antropólogo estadounidense escribió que “hay una sugerencia …que el Armagedón tomaría a la gente degenerada del mundo y …nuestro universo presente (podría) ser anulado (en diciembre 2012)”.
La interpretación de Coe fue repetida por otros estudiosos hasta inicios de 1990. En contraste, investigadores contemporáneos dicen que, mientras que el fin del 13avo. baktun quizás sea una causa de celebración, no marca el fin del calendario.
Estudiosos de diversas disciplinas han descartado la idea de que eventos mortales ocurran en 2012. Astrónomos y otros científicos han rechazado los eventos propuestos, mencionando que son contradictorios si los relacionamos con simples observaciones astronómicas.
“No hay absolutamente nada en las profecías mayas, aztecas o de las culturas mesoamericanas que sugieran la profecía de un cambio repentino o drástico de ningún tipo en 2012”, menciona Mark Van Stone, estudioso de los mayas. “La noción de un ‘Gran Ciclo’ que llega a su fin es completamente una invención moderna”.
Estas historias basadas en miedo ofrecen muchas oportunidades de negocio, sobre todo en la industria turística.
La región maya en México ha lanzado una cuenta regresiva apocalíptica, la cual es realmente un largo año de celebraciones. La agencia de turismo de México espera atraer a 52 millones de turistas en 2012 a las regiones de Chiapas, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Campeche. Todo México generalmente atrae cerca de 22 millones de extranjeros al año.
“La gente que aún vive en los pueblos mayas realizarán ritos y quemarán incienso para que regresemos en el tiempo y tratemos de entender la sabiduría maya”, menciona Yeanet Zaldo, vocera de turismo del estado de Quintana Roo.
“De acuerdo a los mayas, 2012 es el inicio de un nuevo ciclo – nada que ver con el fin del mundo”, menciona Rigo Galvez, residente de Hayward. Originario de El Salvador, Galvez ha estudiado la cultura maya y ha visitado las ruinas mayas en México y otros países.
“Los salvadoreños somos descendientes de los mayas y en El Salvador hay tres tribus mayas”, agregó.
Galvez hace hincapié en que los astrónomos mayas eran muy avanzados en sus conocimientos, y que la profecía del fin del mundo es únicamente una interpretación muy pobre de lo que escribieron los mayas.
“El elemento más importante en el calendario maya es el reconocimiento de los periodos y movimiento del sol, la tierra, la luna, los planetas e incluso la galaxia. Los mayas nunca predijeron catástrofes”.
“Habrá otro ciclo”, menciona E. Wyllys Andrews V, director del Instituto de Investigación Americano de la Universidad Tulane. “Sabemos que los mayas sabían que hubo otro (ciclo) antes de este, y eso implica que estaban cómodos con la idea de un ciclo después de este”.
Al hacer una distinción entre el mundo moderno y la cultura maya, Galvez concluye, “En la sociedad moderna, se tiende a asociar todo con el pesimismo, miedo y catástrofe – para los mayas solo era cambio y movimiento”.