La historia de *Cecilia parece sacada de un drama de telenovela. Hace unos años se casó con un ciudadano estadounidense que, al poco tiempo de unirse a ella, empezó a maltratarla. Más adelante el hombre se divorció de ella sin avisarle, pero después volvieron a contraer matrimonio. Cuando al esposo le diagnosticaron cáncer terminal quiso ayudarla a regularizar su situación migratoria, porque ella era indocumentada.
Cuando su marido ya enfermo quiso ayudarla para que dejara de ser indocumentada, Cecilia tuvo la mala idea de consultar a una persona sin escrúpulos que le cobró $2,500, y nunca realizó el trámite que le prometió.
Hoy en día Cecilia sigue siendo indocumentada, y ya no puede solicitar la residencia legal a través de su esposo quien era ciudadano estadounidense, porque falleció y venció el plazo en el que todavía podía hacerlo.
La historia de Cecilia, quien trabaja en labores de limpieza en el Área de la Bahía, se parece a la de muchas otras personas que caen en manos de notarios o gente no calificada para realizar trámites de inmigración.
Cuando Cecilia consultó a un abogado de San José, le informó que su caso "no existía" para el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).
Cecilia cree que la mujer que se aprovechó de ella, nunca envió ningún documento al USCIS. Por si eso fuera poco, cuando le pidió que le devolviera sus papeles originales (actas de nacimiento, de matrimonio y el pasaporte de su esposo) la gestora le dijo que los había perdido.
Al preguntarle si denunció a la mujer -que además de servicios migratorios ofrece ayuda para preparar impuestos y tiene un programa de radio- Cecilia dijo que no, porque "no quería más problemas".
Casos que no se denuncian
El fiscal de distrito de San Francisco, George Gascón, admitió en entrevista que uno de los principales problemas relacionados a los fraudes que cometen notarios o personas que no están capacitadas para realizar trámites de inmigración, es que las víctimas no los denuncian.
Al pedirle cifras del número de estafas que han recibido en la fiscalía en los últimos meses o años, dijo que "son muy pocos" los que finalmente llegan a ellos.
"La conversación en la calle es que sí hay más actividad [con respecto a los fraudes]. Y yo creo que sí es razonable, porque ha sido fuerte el tema de la reforma migratoria", expresó Gascón. Mencionó además que las organizaciones comunitarias con las que están en contacto también han notado un aumento en este tipo de fraudes.
El fiscal de San Francisco dijo que los inmigrantes latinos de países como México, El Salvador, Honduras o Guatemala no son el único blanco de este tipo de estafas, sino que también la comunidad asiática -en especial la china- sufre similares abusos.
Gascón afirma que las víctimas de fraude no realizan denuncias por temor a las autoridades, porque albergan algún tipo de esperanza de que el trámite sí prospere, y a veces porque creen que ya no tiene ningún caso hacer la denuncia.
En octubre de 2013 la oficina del fiscal de distrito junto con organizaciones comunitarias de San Francisco lanzaron una campaña de advertencia en español, chino e inglés, para que la gente esté atenta y no caiga en manos de charlatanes.
"Este no es un problema nuevo", expresó Gascón. "La mejor manera de protegerse a uno mismo y a la familia, y evitar ser una víctima, es a través de la prevención y la educación", dijo el fiscal durante la campaña del año pasado.
Acudir a organizaciones comunitarias
Es importante tener en cuenta que, a diferencia de algunos países latinoamericanos, los notarios en Estados Unidos no son abogados.
"Los notarios no pueden representar a una persona en corte, no pueden asistirla en un proceso legal formal; solamente pueden llenar formularios. Pero llenar un formulario, lo puede hacer cualquier persona", dijo Diana Otero, coordinadora del programa de inmigración de Caridades Católicas de San Mateo.
Otero, al igual que otros representantes de organizaciones comunitarias, recomienda acudir a abogados o a personas calificadas para realizar trámites de inmigración.
"Saber si la persona califica para un beneficio migratorio requiere realmente muchísimos años de experiencia, muchísimo conocimiento, estar realmente preparado; y estos notarios no tienen ni idea de lo que están haciendo, y del daño tan grande que le están haciendo a la comunidad", agregó Otero.
Vanessa Sandoval, directora del programa de servicios legales de inmigración de la Red de Servicios, Derechos y Educación de Inmigrantes (SIREN, por sus siglas en inglés) advirtió sobre el peligro de acudir a personas que no saben lo que están haciendo.
"La gente tiene que estar atenta, porque los casos de inmigración son muy serios y tienen consecuencias muy graves. Si una persona solicita un beneficio para el cual no califica, [eso] puede resultar en la deportación", explicó Sandoval.
La directora de servicios legales de inmigración de SIREN ofreció un consejo para evitar ser víctima de estafas.
"Si uno va a un lugar donde dicen: 'Te podemos ayudar con tus impuestos, te podemos ayudar con un viaje a Europa y también si gustas te podemos ayudar con tu caso de inmigración'... eso para uno debería de ser una bandera roja de 'aléjate, aléjate de ahí' ", enfatizó.
Recursos de ayuda: En el sitio de internet www.uscis.gov le ofrecen más información y recursos para evitar estafas. Si lo requiere la información está en español.
También el personal de la oficina del fiscal de distrito de San Francisco insta a las personas que tengan preguntas sobre posibles fraudes migratorios a que llamen al 415-551-9595415-551-9595.
*El nombre verdadero de la víctima de estafa fue cambiado a petición de ella.