Wed14Oct2009

Una dura lección

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Visión Hispana Print Email

Las enfermedades del corazón y la diabetes se encuentran entre las 10 principales causas de muerte entre los hispanos en los Estados Unidos, y ambas pueden ser muchas veces prevenidas con el cuidado y la información necesaria.

Entre otros factores que contribuyen a la deficiencia en la salud de la comunidad hispana incluyen las barreras culturales y del lenguaje, falta de acceso al cuidado preventivo y “falta de ganas por cambiar nuestra situación”, opina Hepigemio Hernández, residente de Oakland, a quien le gusta que le llamen Hepy.

Hepy fue diagnosticado con diabetes hace diez años pero a pesar de ello siguió disfrutando de los refrescos y comidas azucaradas y como mucha gente decidió no cambiar sus hábitos de manera inmediata. “El doctor me dijo que debería cuidarme pero no lo hice por un tiempo”, dice Hepigemio.

La diabetes es un peligro prominente: se ha reportado que el 16 por ciento de la población hispana está diagnosticada con diabetes, según la encuesta nacional más reciente del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), comparado con 11 por ciento de las personas no hispanas de raza blanca. El Joslin Diabetes Center de Boston pronostica que la mitad de los niños hispanos, nacidos en Estados Unidos, con el tiempo serán diabéticos, un mal que está muy vinculado a la obesidad.

La diabetes es una enfermedad asociada a niveles altos de glucosa en la sangre, como resultado de un defecto en la producción de insulina que causa acumulación de azúcar en el cuerpo. Se trata de la séptima causa de muerte en Estados Unidos y puede ocasionar graves complicaciones en la salud como enfermedades cardíacas, ceguera, insuficiencia renal y amputaciones de las extremidades inferiores.

Para Hepy estas complicaciones en la salud las supo un poco tarde. Su dieta (de Hepy) compuesta de comida altamente azucarada contribuyó a que siguiera ganando peso y eventualmente a la pérdida parcial de la visión. Hepy aún puede ver con un ojo pero debe de usar un bastón para ayudarse cuando camina.

Hepy sabía que si no empezaba a cuidarse, la circulación de la sangre en sus pies y piernas decrecería hasta el punto en que los doctores tendrían que amputarle dedos, pies y eventualmente las piernas. Desafortunadamente ese es el destino de muchas personas que padecen de diabetes, tan solo en el 2004, cerca de 71,000 amputaciones fueron practicadas a personas con diabetes, de acuerdo a los CDC.

Hepy inclusive conoció a personas que habían perdido sus extremidades y él no quería que le pasara lo mismo – así que empezó a caminar.

“Es importante aumentar la concientización sobre esta enfermedad”, opina la Dra. Ann Albright, directora de la División de Diabetes Aplicada de los CDC. “Especialmente entre las personas con un riesgo alto. Es bueno ver que hay más gente que está consciente que tiene la enfermedad y, más importante todavía, que hay más gente mejor preparada para controlar la enfermedad y sus complicaciones".

Todas las mañanas Hepy camina alrededor del Lago Merritt en Oakland – da tres vueltas. Ha perdido 40 libras desde que inició su hábito de caminar hace un año. Él le dice a la gente que padece de diabetes que ellos deberían de caminar también, sin embargo las personas no siempre hacen algo y toman acción. “Es posible cambiar pero tú tienes que desear el cambio”, concluye Hepy.

¿Cómo puede prevenir la diabetes?

•Camine, camine y siga caminando. Con un amigo, con el perro o solo, lo importante es caminar

•No tome el elevador. Suba por las escaleras

•Estaciónese más lejos de donde va

•Juegue con los niños, con los nietos…con sus colegas

•Haga el aseo de la casa

•Pinte los muros

•Baile, menee las caderas, sacuda el esqueleto –y ¡páselochévere!

•Escoja una dieta saludable

•Coma frutas, vegetales, frijoles secos y cereales completos

•Compre por lo menos un vegetal o una fruta nueva cada que vez que usted salga de compras

•Elija bocadillos saludables

•Cambie los bocadillos que engordan por frutas, vegetales o nueces

•Tome más agua

•Lea las etiquetas de los alimentos

•Elija los alimentos con menos grasa, calorías y sal

•Reduzca la cantidad de comida frita

•Coma porciones más pequeñas

•Limite el tamaño de las porciones de carne, pollo y pescado

•Estas no deben ser mayores que el tamaño de la palma de su mano