Dependemos de la vista más que de ningún otro sentido para movernos por el espacio que nos rodea. En una sola mirada, que dura una fracción de segundo, los ojos colaboran con el cerebro para informarnos sobre el tamaño, la forma, el color y la textura de un objeto. Nos permiten saber la distancia a la que está,
si está quieto o se acerca a nosotros y la rapidez con que se mueve. Los ojos nos proporcionan a diario mensajes que nos ayudan a entender el mundo que nos rodea.
Cosas que pueden fallar en los ojos y la visión
Algunos de los problemas más frecuentes del ojo son los llamados errores refractivos. Son los problemas que normalmente buscan los oculistas en los exámenes de la vista. La refracción es el cambio de dirección de los rayos luminosos para enfocar la luz que procede de una imagen. Los errores refractivos son problemas relacionados con el modo de enfocar del ojo, debido a su forma, que hace que veamos la imagen borrosa. Algunos errores refractivos más comunes son:
Astigmatismo: el astigmatismo es un problema que ocasiona que parte de la imagen que recibe el ojo esté borrosa.
Miopía: la miopía aparece cuando la gente no ve bien de lejos pero puede ver con claridad los objetos cercanos.
Hipermetropía: la hipermetropía hace que sea difícil ver objetos cercanos con claridad, aunque sí se ven bien los objetos lejanos.
Estos tres problemas son corregibles mediante gafas o lentes de contacto.
Chequeo en la infancia - El cuidado adecuado de los ojos de su hijo incluye exámenes periódicos en revisiones rutinarias que ha de realizar un médico oculista según el calendario recomendado por el médico de su hijo. Algunos de los síntomas de que un niño pequeño puede tener problemas de visión son la constante fricción del ojo, lagrimeo o rojez, y dificultad para seguir un objeto con la vista. Los niños mayores pueden entrecerrar los ojos o sentarse demasiado cerca de la televisión. Puede que los niños o los adolescentes con problemas de visión se quejen de sufrir dolores de cabeza al final del día.