Unas señales más visibles podrían inclinar la balanza hacia una alimentación más saludable
¿Ayuda saber que una hamburguesa con queso tiene 740 calorías? Probablemente no, según un nuevo estudio.
A partir del próximo mayo, las cadenas de comida rápida con más de 20 restaurantes en Estados Unidos deben mostrar los conteos de calorías en el menú. Pero este estudio cuestiona si las regulaciones, a pesar de sus buenas intenciones, realmente conseguirán que los clientes tomen alimentos que engorden menos.
La investigación de Filadelfia, donde esas normas ya existen, indica que apenas un 8 por ciento de los consumidores de comida rápida eligen opciones saludables basándose en los conteos de calorías de los menús.
"El éxito de esa campaña de conteo de calorías requiere que los consumidores a la que se dirige, estén motivados para comer de forma saludable, y comprendan cuántas calorías deberían comer", comentó Andrew Breck, autor del estudio y candidato doctoral de la Facultad de Postgrados en Servicios Públicos Wagner de la NYU, en la ciudad de Nueva York.
Simplemente presentar la información sobre las calorías no es suficiente, enfatizaron Breck y sus colaboradores.
Para ser efectivas, las etiquetas nutricionales deben ser más claras y más grandes. También deben llegar a los consumidores regulares de comida rápida: las personas que expresaron más preocupación sobre el costo y la comodidad que sobre la nutrición, encontraron Breck y sus colaboradores.
La tendencia a poner etiquetas nutricionales en los menús de comida rápida comenzó en respuesta a la epidemia de obesidad de EE.UU. Más o menos un 38 por ciento de los adultos y un 17 por ciento de los adolescentes son obesos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La obesidad se ha vinculado con un mayor riesgo de hipertensión, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer y otros problemas de salud.
En 2010 Filadelfia obligó a los restaurantes de comida rápida a publicar el contenido de calorías, grasa y sodio de las comidas. La ciudad de Nueva York y Seattle ya tenían normas similares.
Los investigadores analizaron respuestas de unos 700 clientes en 15 restaurantes de comida rápida en Filadelfia, y entrevistaron a 700 personas más por teléfono.
Casi dos tercios de los encuestados en los restaurantes y un tercio de los encuestados por teléfono no se percataron de la presencia de las etiquetas nutricionales, encontraron los investigadores.
"Esperamos que una publicación altamente visible del contenido de calorías en los menús pueda también hacer que algunos restaurantes añadan nuevas opciones más saludables al menú", dijo Breck.
Pero primero los clientes deben saber cuál debería ser su ingesta calórica recomendada, y muchos no lo saben, encontró el estudio.
Connie Diekman, directora de nutrición universitaria en la Universidad de Washington, en St. Louis, dijo que las etiquetas de calorías son solo un principio respecto a la mejora de las conductas de alimentación del país.
"La concienciación es el primer paso en el proceso de cambio, de forma que si los consumidores comienzan a ver las cifras, un cambio es posible con el tiempo", dijo Diekman.
La motivación también es esencial, aseguró, "y lograrlo requiere de tiempo, educación, el deseo de cambiar y un ambiente que respalde las conductas modificadas".