Tan solo nueve días de eliminar la fructosa — el tipo de azúcar que se encuentra en refrescos, jugos y alimentos procesados, condujo a una reducción sin precedentes de la grasa hepática, una afección fuertemente relacionada con la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares, de acuerdo a un nuevo estudio que se llevó a cabo en el Área de la Bahía.

Científicos de la Universidad de Touro en Vallejo y la Universidad de California en San Francisco (UCSF) registraron un descenso del 20 por ciento en la grasa hepática en niños y adolescentes que formaron parte del estudio. Los científicos dicen que los resultados ofrecen una estrategia que podría desacelerar el creciente aumento global de las enfermedades metabólicas crónicas.

Los hallazgos aparecen en la revista Gastroenterology.

"Nuestro estudio muestra claramente que el azúcar se convierte en grasa, lo que puede explicar la epidemia de hígado graso en los niños que consumen refrescos y alimentos con azúcar agregada. Y descubrimos que el hígado graso se revierte al eliminar la fructosa de nuestra dieta", dijo en un comunicado el autor principal, Jean-Marc Schwarz, profesor de la Universidad Touro y UCSF.

Los investigadores dijeron que la prevalencia de enfermedad de hígado graso en adolescentes se ha más que duplicado en los últimos 20 años y se cree que causa una serie de trastornos al aumentar la resistencia a la insulina, lo que reduce la capacidad del cuerpo para controlar el azúcar en sangre, conduciendo a la diabetes tipo 2 y otras enfermedades metabólicas.

Estudios muestran que el consumo de azúcar entre los adolescentes latinos y afroamericanos es aproximadamente un 50 por ciento más alto que el de los blancos y asiáticos, por lo que los investigadores reclutaron niños y adolescentes obesos no diabéticos, de 9 a 18 años, de esos dos grupos étnicos. Todos los participantes tenían al menos un marcador fisiológico de resistencia a la insulina y todos reportaron un consumo habitual alto de azúcar.

En la dieta experimental, las calorías de la fructosa fueron reemplazadas por alimentos ricos en glucosa y almidón. Los expertos dicen que la glucosa, que se encuentra en los granos y algunas verduras, es la principal fuente de energía del cuerpo. Es esencial para el metabolismo y se puede convertir en energía en todas nuestras células.

Los investigadores observaron que un nuevo modelo que proyecta los beneficios de salud y costo de reducir el consumo de azúcar en EE. UU. descubrió que una reducción del 20 por ciento en el consumo de fructosa reduciría la prevalencia de una serie de enfermedades metabólicas en aproximadamente un 5 por ciento, ahorrándole al país $10 mil millones anuales en costos médicos.