Sin importar si son blancos, afro-americanos, hispanos, jóvenes, de mediana o avanzada edad, la gente está obteniendo masajes más que sólo unos años atrás. De acuerdo con la Asociación Americana de Masaje Terapéutico  (AMTA por sus siglas en inglés), 36 por ciento de los estadounidenses en el 2008

señalaron que acudieron a recibir un masaje por causas de estrés y/o relajación en los últimos cinco años; en contraste con un 22 por ciento en el año 2007.

Estudios de la AMTA también muestran que el veintisiete por ciento de los hispanos reportaron haber recurrido a un masaje en los últimos cinco años – 25 por ciento del total de la población señala que tuvieron un masaje en los últimos cinco años. Veintiocho por ciento de los hispanos comentan que planean solicitar un masaje este año.

La razón número uno por la que la gente dice que tuvo su último masaje es la relajación/reducción de estrés.

“Es un recurso que la gente usa para relajarse de manera natural”, señala David Estep de Massage Envy en Alameda. Cuando le preguntan sobre lo que la gente debería esperar cuando tienen su masaje por primera vez, él señala, “se van a sentir eufóricos. Liberarán endorfinas en su cuerpo – las endorfinas te hacen sentir mejor instantáneamente”, agrega. “El masaje te relaja como un sedante natural, pero también es estimulante al incrementar el flujo y la circulación sanguíneos”.

Un gran número de investigaciones indican que los masajes terapéuticos pueden reducir la ansiedad, la depresión, el dolor, la presión sanguínea alta y los dolores de cabeza.

“Puede estimular tanto tu sistema inmunológico como tu estado de ánimo,” señala Gail Ironson, profesor de psicología y psiquiatría en la Universidad de Miami, que ha realizado varios estudios sobre los masajes terapéuticos.

“La depresión y el estrés aceleran la aparición de enfermedades”, aseveró Ironson. “Debido a que los masajes terapéuticos reducen la depresión y el estrés, esperamos que también tengan un efecto protector al desacelerar la evolución de las enfermedades”.

Ironson y sus colegas de la universidad han realizado varios estudios con humanos en pequeña escala sobre los efectos que tiene el masaje en el estado de ánimo. Los estudios contemplan los niveles de la hormona del estrés cortisol en los participantes antes y justo después del masaje – descubriendo que la terapia disminuyó los niveles de cortisol un 47%. El masaje también incrementó la serotonina de un 36% a un 60%, y la dopamina de un 26% a un 59%. La serotonina y la dopamina son neurotransmisores que propician un mejor estado de ánimo.

Los resultados claros e inmediatos de los masajes terapéuticos son generalmente sorprendentes para las personas que no han tenido un masaje antes. Una de las pacientes hispanas de David en Massage Envy, Belia, tuvo un accidente auomovilístico cuando era más joven pero en 15 ó 20 años nunca fue al doctor.  De acuerdo con David, Belia estaba tomando calmantes y acudiendo a terapeutas físicos pero ninguno la ayudó durante esos años. David reporta que “cuando Belia salió de la sala después de su primer masaje, literalmente rompió en llanto porque nunca se había sentido tan bien como en ese momento después de haber recibido el masaje”.

David señala que Belia ya no toma analgésicos y ya no necesita pagarlos, pero si se costea un masaje de manera regular. Como cualquier otro servicio, los masajes se están volviendo más asequibles al ser usados más comúnmente.