Los niños bilingües sobresalen en la resolución de problemas y el pensamiento creativo, sugiere una investigación ---
Los niños que hablan más de un idioma parecen tener una ventaja en el aprendizaje. Ser bilingüe puede mejorar las habilidades de resolución de problemas y el pensamiento creativo de los niños, sugiere un estudio reciente.
La agudeza mental necesaria para cambiar entre dos idiomas puede desarrollar habilidades que fomentan otros tipos de pensamiento,
explicaron investigadores de la Universidad de Strathclyde en Glasgow, Escocia.
"Ahora, el bilingüismo se consideran mayormente como beneficioso para los niños, pero sigue habiendo una opinión de que puede resultar confuso, y por ende potencialmente nocivo para ellos", señaló el líder del estudio Fraser Lauchlan, profesor de la Facultad de Ciencias Psicológicas y de la Salud de la universidad. "Nuestro estudio halló que puede tener beneficios demostrables, no solo en el lenguaje sino también en la aritmética, la resolución de problemas y al permitir a los niños pensar de forma creativa".
En el estudio participaron 121 niños de aproximadamente 9 años de edad en Escocia y Cerdeña, que hablaban inglés o italiano. De esos niños, 62 eran bilingües y también hablaban gaélico o sardo. Los niños recibieron tareas en inglés o italiano. Específicamente, se les pidió reproducir patrones de bloques de colores, repetir oralmente una serie de números, definir palabras y resolver problemas matemáticos mentales.
A los niños bilingües les fue mucho mejor en las tareas que a los que solo hablaban un idioma, hallaron los investigadores.
"También evaluamos el vocabulario de los niños, no tanto por su conocimiento de palabras como por su comprensión de las mismas. Una vez más, hubo una diferencia marcada en el nivel de detalle y riqueza descriptiva de los estudiantes bilingües", apuntó Lauchlan.
"También hallamos que tenían una aptitud para la atención selectiva, o sea la capacidad de identificar y enfocarse en la información que es importante y filtrar la que no lo es, lo que podría provenir del 'cambio de códigos' que conlleva pensar en dos idiomas distintos", añadió Lauchlan.