Una iniciativa de 2011 para reducir las calorías, el azúcar y la sal no ha dado resultados, lamentan unos investigadores
Las cadenas de restaurantes de EE.UU. no han cumplido sus promesas de mejorar la calidad nutricional de los menús infantiles, afirma un nuevo estudio.
Según una iniciativa de la Asociación Nacional de Restaurantes de 2011, algunas cadenas de restaurantes prometieron reducir las calorías, la grasa saturada y la sal en los artículos de sus menús infantiles. Para 2015, más de 150 cadenas con 42,000 restaurantes en Estados Unidos participaban en el programa, señalaron los autores del estudio.
Pero esas compañías no realizaron mejoras significativas en esas áreas a lo largo de tres años, según investigadores de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston.
Los investigadores también dijeron que las bebidas azucaradas siguen conformando un 80 por ciento de las opciones de bebidas para los niños, a pesar de las promesas de los restaurantes de reducir esa proporción.
"Aunque había algunas opciones más sanas disponibles en restaurantes selectos, no hay evidencias de que esas promesas voluntarias hayan tenido un impacto en toda la industria", dijo en un comunicado de prensa de la Harvard la autora líder, Alyssa Moran, estudiante doctoral en el departamento de nutrición.
En 2011 y 2012, más de uno de cada tres niños y adolescentes estadounidenses comían comida rápida todos los días, anotaron los autores del estudio.
"Es triste, pero verdad. No se puede encontrar comida de saludable en la mayoría de restaurantes de comida rápida", lamentó Dana Angelo White, una dietista registrada que es profesora clínica asistente de medicina del deporte en la Universidad de Quinnipiac en Hamden, Connecticut.
"Es particularmente difícil evitar el sodio y el azúcar en los tipos de comidas altamente procesados que estos lugares ofrecen", añadió. "Las promesas voluntarias y los cambios minúsculos en los menús no pueden cambiar la cultura de la comida rápida".
Los investigadores de la Harvard se mostraron de acuerdo, y abogaron por asociaciones entre la industria de los restaurantes, las agencias gubernamentales, los investigadores y los expertos en salud pública para mejorar las comidas de los niños. Los compromisos de los restaurantes para mejorar la calidad nutricional de los artículos de los menús infantiles también deben ser monitorizados, plantearon los autores del estudio.