Involucrarse en la educación de sus hijos debería ser algo que todos los padres hagan sin pensar o dudar al respecto. Aún así, la participación de los padres en las escuelas y en la educación de sus hijos se encuentra en un nivel muy bajo, especialmente en la comunidad hispana. He pasado los últimos cinco años trabajando con el sistema educativo, profesores, padres, estudiantes y organizaciones no lucrativas para aprender de qué manera la
comunidad hispana puede mejorar los resultados de sus logros educativos y profesionales. Parece que mucha gente quiere hacer que el problema sea más complicado de lo que es, lo que requeriría de una solución complicada imposible de aplicar.La semana pasada conocí a otro grupo de padres en una escuela de Oakland. Se acababan de graduar de un programa de nueve semanas de entrenamiento para padres. Fue alentador platicar con estos padres sobre el hecho de que podemos cambiar las estadísticas que muestran un bajo porcentaje de hispanos que se gradúan de la secundaria. Ahora ellos ven lo importante que es su papel y no dieron excusas con respecto a la falta de participación de otros padres. “Tenemos que darnos tiempo para nuestros hijos”, señaló Alberto Gómez. Desafortunadamente, estos padres siguen siendo la excepción, ya que la participación de los padres en las escuelas todavía es muy baja.
Creo en que la mayoría de los padres desean un futuro positivo y de éxito para sus hijos. Sin embargo, dejar esa responsabilidad en las manos del sistema educativo, justificarse de no tener tiempo o el que no sepan cómo funciona el sistema no va a resolver el problema. Particularmente los inmigrantes han tenido que aprender mucho sobre la forma en que las cosas funcionan en este país – ciertamente podemos aprender cómo trabajar en conjunto con las escuelas por el futuro y bienestar de nuestra comunidad. Hay muchas personas positivas trabajando para resolver el problema de la educación – si los padres hacen su parte, veremos lo que la comunidad hispana es capaz de lograr.
Hemos decidido vivir en este país, hemos decidido tener una familia; es tiempo de tomar una mayor responsabilidad por el futuro de nuestras familias y la comunidad.